Envejecemos antes de lo que pensamos

27/07/2015

Sabemos que el paso de los años no es igual para unos que para otros. Expresiones como «¡qué joven te conservas!» o «¿cómo se ha estropeado Fulanito!» son comunes y las pronunciamos continuamente.
 
Envejecemos a partir de los 26 añosAhora, un estudio dirigido por científicos estadounidenses confirma que, efectivamente, cada persona envejece de forma particular, pero lo sorprendente es que el proceso de envejecimiento siempre comienza aproximadamente a los 26 años, según informa el periódico estadounidense The Guardian. El estudio se hizo en la Universidad Duke, de Carolina del Norte. Los científicos basaron sus conclusiones en datos sobre la salud de casi mil personas nacidas entre 1972 y 1973. Para hacer la comparativa analizaron dieciocho marcadores fisiológicos, incluyendo la presión arterial y la velocidad del metabolismo. Con ellos calcularon la edad biológica de cada uno de los participantes. El conjunto de marcadores se midió tres veces para hacer un seguimiento cronológico, cuando los voluntarios tenían 26, 32 y 38 años, lo que permitió calcular las variaciones de los marcadores a lo largo del tiempo y crear gráficos del «ritmo de envejecimiento» de cada participante.
 
La evaluación de la edad biológica se produjo por primera vez cuando los voluntarios tenían 26 años, pues antes no fue posible distinguir signos claros de envejecimiento. «Aunque la edad biológica de la mayoría es aproximadamente igual al número de años cumplidos, algunos de los participantes son mucho más jóvenes o más viejos de lo que tendrían que ser a su edad cronológica», comentó Daniel Belsky, uno de los investigadores responsables del estudio.  Entre todos hubo un caso extremo: un hombre tenía la edad biológica de 61 cuando la edad cronológica era de 30 años, lo que significa que cada año durante una década envejecía como si pasaran tres años. El siguiente paso en la investigación, según Belsky, será la identificación de la influencia de factores como el estilo de vida, circunstancias familiares o los acontecimientos estresantes pueden afectar la velocidad a la que las personas envejecen.  Este tipo de investigaciones son útiles para el desarrollo de terapias, o estrategias vitales que ayuden a un envejecimiento saludable. No se trata de pensar que la tercera edad empieza en la treintena, y que a los cincuenta tenemos que preparar el ingreso en el geriátrico, sino de ver que el proceso de envejecer es natural y se inicia a edades tempranas y valorar la suerte de llegar a una edad avanzada con capacidades físicas y cognitivas. 
 
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