España envejece de manera acelerada

17/01/2017

España, como el resto de países occidentales, muestra desde hace varios lustros unas tasas de envejecimiento que suponen un desafío para la planificación de los futuros servicios sociosanitarios como residencias para mayores, planes de envejecimiento activo, asistencia domiciliaria, servicios de geriatría… y para el sostenimiento de los sistemas de pensiones.

Envejecimiento en EspañaLas dos causas que abocan a una sociedad de población mayoritariamente anciana son el aumento de la esperanza de vida y el descenso de la natalidad. Si a eso se unen políticas restrictivas con la inmigración, los problemas futuros para atender a un amplio porcentaje de personas se amplían.

Queremos señalar los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que suponen el punto de partida para reflexionar y plantear acciones al poner delante los datos objetivos.

En el conjunto del Estado, la tasa de envejecimiento registrada en el año 2016 es de 116 %, eso quiere decir que hay 116 personas mayores de 65 años por cada 100 menores de 16. Por comunidades, la más envejecida es Asturias, con un índice del 207,2 %, seguida de Galicia con un 190,5 % y Castilla León con un 187,5 %. En el extremo opuesto, Ceuta y Melilla, Murcia, Andalucía y Baleares son las únicas regiones con una mayor proporción de jóvenes. La mejor es Melilla con una tasa del 39,4 %.

Si bien es cierto que entre las provincias de una misma comunidad también se dan diferencias, así por ejemplo en Andalucía, con una media de 94 % detasa de envejecimiento, Córdoba registra un 113,6 % mientras que Almería presenta un 78,5 %.

Según el INE, en 2030 los mayores de 65 supondrán el 30 % de la población, frente al 18% actual. Esta subida se deberá a que entran en edad de jubilación las generaciones del baby boom, las nacidas entre 1958 y 1977. La entrada de tantas personas mayores en lo que se viene a denominar clases pasivas, no se verá en absoluto compensada por las que integran las clases pasivas, pues el descenso de natalidad hace que las proporciones entre cotizantes y beneficiarios se alteren con respecto a como están en la actualidad.

Hoy, por cada pensionista hay 2,2 cotizantes, solo con el cómputo de las personas y sus edades, se deduce que en 2052 por cada jubilado habrá poco más de una persona trabajando. Si se considera que para que el sistema sea sostenible se necesitan 2,5 cotizantes por cada pensionista, el problema es grave.

Las administraciones deben ponerse ya a trabajar para implementar medidas ante esta realidad que ya es presente, por ejemplo fomentar políticas que luchen contra la discriminación laboral por razón de edad, que lleva a que personas con 45 años que se quedan sin trabajo, no puedan incorporarse al mercado laboral.

Otras personas a las que se debe apoyar son las personas con discapacidad, actualmente con una tasa de actividad de solo el 36 % y las mujeres, que tienen una tasa de actividad del 53 % frente a la del 65 % de los hombres.

Para consultar más datos sobre población: http://www.ine.es.

Cada vez vamos a necesitar más residencias de tercera edad que sean transparentes

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