Interesante estudio que vincula el menor riesgos de padecer alzhéimer con la educación superior

25/04/2018

Mantener una mente activa y curiosa es una de las claves para un envejecimiento saludable y, según cada vez más evidencias, para retrasar o disminuir los efectos del deterioro cognitivo. Hacer crucigramas, sudokus, leer, juegos de mesa o interactivos, aunque también el nivel de estudios que se ha alcanzado con el paso de los años.

 

Según dos estudios recientes de la Escuela de Geriatría Leonard Davis de la Universidad del Sur de California (USC), la educación universitaria disminuye el riesgo de alzhéimer y demencia senil. La clave, según los investigadores, está en que la educación superior proporciona beneficios cognoscitivos para toda la vida.

Padecer alzheimer en la ancianidadEl estudio fue elaborado a partir de una muestra de aproximadamente 10 000 participantes mayores de 65 años de edad con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Jubilación. Sus resultados que asocian el mayor nivel universitario con la disminución de la demencia y un menor nivel de estudios a una mayor propensión tienen una vertiente sociológica importante. Las capas sociales favorecidas o de países desarrollados con más posibilidades para que las personas puedan estudiar están en clara ventaja con respecto a quienes no pueden acceder a estudios superiores por motivos económicos y sociales. Una política de educación universal para todos los jóvenes puede tener incidencia en las enfermedades cognitivas que desarrollen cuando sean ancianos.  

Por otra parte, un estudio del Centro Schaeffer de Economía y Políticas de Salud de la USC, publicado en la revista científica Jornales de Gerontología Series B señala que la mejor prevención y tratamiento de otras enfermedades comunes en la población en general, cuando se trata de personas con menos capacitación académica ha llevado indirectamente a un aumento de los trastornos de demencia en ellas. Así, la presencia de diabetes e hipertensión a los 50 años se ha reducido a la mitad entre 2000 y 2012, esto ha aumentado la longevidad de los pacientes, aunque también ha aumentado la enfermedad de Alzheimer y de demencia senil en estas personas después de los 65 años.

Este aumento se relaciona con el natural aumento de estas enfermedades cuando se amplía la esperanza de vida de las personas que padecen patologías crónicas. Para este estudio se evaluó una muestra de más de 27 000 personas mayores de 50 años de la misma encuesta nacional que en el estudio sobre educación que se ha señalado antes.

 

Es muy relevante que estos dos estudios relacionen la formación con la aparición de la demencia. De hecho, uno de los análisis encontró que la expectativa de vida sin demencia de personas mayores de 65 años con un título universitario aumentó un promedio de 1,51 años para los hombres y 1,79 años para las mujeres entre 2000 y 2010 en relación con el promedio nacional de Estados Unidos.

Interesante tema que invita a reflexionar, debatir y a proponer acciones futuras. No se trata solo de crear servicios socioasistenciales como residencias geriátricas o unidades de geriatría, debe repensarse incluso el sistema educativo y la preparación intelectual de los ciudadanos.

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