Importante alianza investigadora para la prevención de la aterosclerosis y el alzhéimer

07/06/2017

Dos prestigiosas instituciones se han unido para juntar dos de las mayores cohortes de investigación en España. Esto da lugar a unos de los estudios más importantes sobre relación entre la ateroesclerosis subclínica y la fase preclínica de la enfermedad de Alzheimer.

Carlos III Fundación Pasqual MaragallEl Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) y el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, el Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC) han iniciado un proyecto de colaboración para investigar la relación entre la enfermedad aterosclerótica y la enfermedad de alzhéimer. El acuerdo contempla realizar estudios de imagen vascular, cognitivas y de neuroimagen en sus respectivas cohortes, que suman más de 6000 individuos sanos, la mayor iniciativa a nivel mundial en este sentido.

La enfermedad de alzhéimer y la aterosclerosis se caracterizan por presentar una larga y lenta progresión, que empieza mucho antes de la manifestación de los primeros síntomas. En el caso del alzhéimer, las alteraciones en el cerebro empiezan a producirse hasta 20 años antes de que aparezcan los característicos problemas de memoria. Y lo mismo ocurre con la aterosclerosis, ya que se sabe que la formación de placas en las arterias se inicia también 20 años antes de que pueda ocasionar un ataque cardíaco o un ictus cerebral.

Las dos enfermedades comparten factores de riesgocomo obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, hiperglucemia y el sedentarismo. Además, está demostrado que los factores de riesgo cardiovascular incrementan de forma acumulativa el riesgo de depositar la proteína amiloide en el cerebro, que es la principal proteína involucrada en la enfermedad de Alzheimer. No obstante, todavía se desconoce si ambas enfermedades comparten un proceso subyacente.

El director de la Fundación Pasqual Maragall, el Dr. Jordi Camí, asegura que «la experiencia acumulada por el BBRC y el CNIC nos brinda una oportunidad única para investigar y comprender la relación entre el alzhéimer y la ateroesclerosis». Por su parte, el director general del CNIC e investigador principal del estudio PESA-CNIC-SANTANDER, el Dr. Valentín Fuster, afirma que «llevamos años especulando con la idea de que el riesgo de desarrollo de la enfermedad cardiovascular está relacionado con el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo y enfermedad de Alzheimer. Hasta ahora eran hipótesis basadas de datos agregados, pero esta colaboración nos ayudará a descifrar si realmente existe un nexo real entre ambas entidades o, incluso, si ambas son diferentes espectros del mismo proceso».

La ventaja principal del proyecto es la riqueza de los múltiples datos clínicos obtenidos en las cohortes participantes: la cohorte del Estudio Alfa (Alzheimer y Familias) del BBRC, cuenta con 2743 participantes de entre 45 y 75 años, y la cohorte PESA-CNIC-SANTANDER (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis)del CNIC, con 4184 participantes de entre 40 y 55 años.

Los voluntarios que participan en la cohorte Alfa realizan, desde 2012 y cada 3 años, pruebas cognitivas, genéticas, de neuroimagen y clínicas, entre otras. El objetivo de esta infraestructura, financiada por la Obra Social «la Caixa», es entender la historia natural de la enfermedad e identificar factores de riesgo e indicadores biológicos que podrían incidir en su desarrollo. A partir de ahora, los participantes también realizarán pruebas de ecografía y tomografía axial computada, con el fin de detectar si se encuentran en la fase previa de la ateroesclerosis y evaluar su evolución junto al riesgo de desarrollar alzhéimer.

Por otro lado, los participantes del Estudio PESA-CNIC-SANTANDER son evaluados cada 3 años con técnicas de última generación de imagen cardiovascular no invasivas para detectar la presencia de la enfermedad ateroesclerótica en territorio carotideo, aórtico, coronario e ilio-femoral. Gracias a este convenio, ahora se determinará el gen APOE de los participantes, que es el principal factor de riesgo genético de la enfermedad de Alzheimer, y un subgrupo realizará pruebas cognitivas y nuevas técnicas de neuroimagen, con el objetivo de investigar si se produce deterioro cognitivo o cambios cerebrales en individuos con diversos niveles de aterosclerosis.

Los datos obtenidos en ambas cohortes serán analizados por un equipo multidisciplinar del BBRC y el CNIC. Este intercambio de material, ideas, resultados, personal y experiencia entre ambas instituciones permitirá avanzar en el conocimiento de la relación entre los cambios vasculares y cerebrales que se producen en la ateroesclerosis y la enfermedad de Alzheimer.

La Fundación Pasqual Maragall es una entidad privada sin ánimo de lucro que nació en abril de 2008, como respuesta al compromiso adquirido por Pasqual Maragall (exalcalde de Barcelona y expresidente de la Generalitat de Catalunya) cuando anunció públicamente que se le había diagnosticado Alzheimer. Está dirigida por el Dr. Jordi Camí y presidida por Diana Garrigosa, esposa de Pasqual Maragall, quien ostenta el cargo de Presidente de Honor.

El Barcelonaßeta Brain Research Center es el centro de investigación gestionado por la Fundación Pasqual Maragall. Su actividad está orientada a la detección precoz y a la prevención del Alzheimer, así como a ofrecer soluciones que mejoren la calidad de vida de las personas afectadas y la de sus cuidadores.

Para más información: www.fpmaragall.org.

El Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), dirigido por el Dr. Valentín Fuster, tiene como misión potenciar la investigación cardiovascular y su traslación al paciente. Su actividad le ha merecido ser reconocido como uno de los Centros de Excelencia Severo Ochoa. El centro se financia mediante una fórmula pionera de colaboración público-privada entre Gobierno, a través del Instituto de Salud Carlos III, y la Fundación Pro CNIC que agrupa a 14 de las más importantes empresas españolas. Más información en https://www.cnic.es.

Estos estudios confirman la incesante búsqueda e investigación imprescindibles en el proceso de envejecimiento de la sociedad y ayudará a nuevos tratamientos y terapias que ayuden a los pacientes tanto en sus domicilios como en los centros y residencias geriátricas en lo que reciban atención.

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