El estudio se ha publicado en la revista de la Sociedad Americana de Geriatría (Journal of the American Geriatrics Society). En el se pone de manifiesto que los residentes a los que se les reducía la dosis de psicofármacos se mostraban más activos, interactuaban con más frecuencia y socializaban mejor. Según el estudio, reducir este tipo de medicación en pacientes con demencia es beneficioso para ellos.
Los medicamentos que se han ido reduciendo en su prescripción son antidepresivos, antipsicóticos, benzodiacepinas y opiáceos. De ellos, la reducción de benzodiacepinas y los antipsicóticos es la que más beneficios ha aportado a los residentes.
La iniciativa de reducción de este tipo de fármacos ha supuesto una importante mejora en la calidad de vida en los centros en que se ha puesto en marcha. Así, se han registrado menos caídas con menor número de lesiones graves asociadas, reducción de los los efectos secundarios de estos medicamentos, como somnolencia o efectos cardiovasculares y una reducción de las interacciones perniciosas con otros medicamentos.
EL éxito de la primera fase de aplicación de estos protocolos de reducción de psicofármacos, se ha diseñado un cuadro de mando digital para revisar de forma precisa el uso de psicofármacos en todas las residencias de Sanitas Mayores. Con él, todos los equipos clínicos pueden hacer un seguimiento individualizado de los residentes y ajustar el uso de psicofármacos a las necesidades reales de cada momento.
Se trata de eliminar el uso de psicotrópicos como sujeciones químicas. Hacer un uso racional de ellos, medir las dosis para administrar siempre la mínima necesaria y desterrar los usos inapropiados.