Los cambios demográficos están impulsando cambios en las necesidades y por
lo tanto en los hábitos de la sociedad, y no son ajenas las personas mayores,
ni mucho menos.
El aumento de la esperanza de vida hace que cambie cómo se organizan los hogares y que se modifiquen lo roles de cada individuo que lo compone. Así, cada vez se jubilan más mujeres que han tenido una vida laboral fuera del hogar y cuya perspectiva vital va más allá del papel tradicional de cuidadora de los familiares que tengan dependencia, aunque lo asuman. También están llegando a la jubilación hombres que han ido realizando de manera paulatina labores del hogar que antes ni se planteaban y que cuidan a las personas dependientes de manera natural.
Que los hombres y las mujeres están asumiendo de manera conjunta, ahora todavía de manera desigual, pero con tendencia a igualarse, es una realidad que se está imponiendo por que se imponen una realidad que tiende a aumentar, lo que supondrá un gran cambio en el futuro cercano con respecto a quiénes cuidan de las personas dependientes y cómo se reparten las tareas.
Según el estudio, la duración media de la vida en común se sitúa en los 43,5 años frente a los 25 de los inicios del siglo XX, una cifra que aumentaría a 49,9 años si se equiparara la edad media de la unión: en 1920, de media, el hombre se casaba a los 28 años, y la mujer, a los 25, actualmente la edad se ha retrasado a ellos a los 34 ellas a los 32.
Además, se llega a los 65 años mayoritariamente en pareja, cuando a mediados del siglo XX eso solo ocurría en un tercio de los casos, lo que lleva a un mayor número de hogares con parejas y sin hijos que con una sola persona viuda.
La conclusión del informe es que la progresiva equiparación del cuidado entre hombres y mujeres en la vejez, impulsada por el aumento del número de los hogares de pareja sin otras personas que convivan con ella, afectará al diseño actual de las políticas sociales.
También habrá que analizar en qué medida esta situación afecta a las personas que ingresan en residencias de la tercera edad, pues lo hacen cada vez más a edades más avanzadas y con una situación de gran dependencia.