Si partimos de una premisa amplia, cada actividad placentera que aporta conocimiento o que ayuda a la realización personal es terapéutica, por eso terapia es: pintar, ir al cine, estar con amigos… en la tercera edad y en cualquier edad.
Sin embargo, en ocasiones se plantean las actividades artísticas con un añadido terapéutico cuando lo que se persigue no es solamente disfrutar durante unas horas o un rato.
Para evitar o retrasar la pérdida de estas habilidades los talleres de arteterapia plantean actividades que funcionan no solo como un momento de ocio más, así, bailar o participar en eventos teatrales mantienen la psicomotricidad gruesa, pintar o modelar ayudan a la psicomotricidad fina, los talleres de fotografía potencian la atención y habilidades técnicas… y en todos los casos hay que realizarejercicios de memoria, de representación espacial, de control postural… sin tener que hacer un esfuerzo obligado por el profesor o guía, pues va implícito en el propio desarrollo de lo que se realice, lo que aporta un carácter lúdico muy placentero.
Es importante que a todas las edades, y más cuando se está en la tercera parte de la vida, se desarrollen las capacidades de expresión. Las personas mayores deben salir de sus casas o de las residencias para la tercera edad y apuntarse a talleres de creación artística, a veces en los centros para mayores o, mucho mejor, en asociaciones y centros culturales del barrio. Allí estarán con gentes diversas de la que aprenderán y con la que compartirán momentos enriquecedores y a las que podrán aportar sus conocimientos y visión del mundo, siendo también parte del enriquecimiento personal de otros.