El Conseller de Benestar Social y Familia ya dijo en Enero a Público que creía que la Ley de Dependencia debería cambiarse y que Cataluña iría teniendo su modelo propio.
En febrero, tras explicar cómo se había repartido el pastel de la dependencia en su comunidad (En 2011 se han destinado más de mil millones de euros a los dependientes catalanes, de los cuales un 24% han sido costeados por el Estado, un 67% por la Generalitat y un 9% por los beneficiarios a través del copago, siendo la catalana la cifra más baja del Estado) y, queriendo salvar el sistema anunció "Estamos realizando un estudio para aumentar el copago en función de lo que pueda pagar cada beneficiario contemplando los ingresos adicionales y el patrimonio, que actualmente no se tienen en cuenta", "Una persona con más de una vivienda deberá aportar un poco más de dinero de lo que hace ahora, pero nunca más de un 13%".
Entre comillas dejamos lo que se atribuye al Conseller ya que es posible que a lo que se refiriese es que, en términos agregados los usuarios pagarían un 13%. Con toda seguridad no se refiere a un cálculo persona a persona, ya que si no esto querría decir que nadie pagaria más de unos 250 euros de copago por una residencia.
Dejando de lado el detalle. La idea de aumentar el copago a los que puedan pagarlo, si se hace bien, puede traer dos efectos positivos al futuro sistema de dependencia: por un lado, más recursos y por otro mayor equidad.
El Conseller Cleries, de paso, pone un clavo más en el ataúd de la difunta Ley de Dependencia. Al anunciar que va a regular el copago en Cataluña de una forma determinada está diciendo claramente que eso de que el copago es un elemento común del sistema de Dependencia que debe ajustarse a los criterios del Consejo Territorial, son milongas.
El Conseller, con algún tropiezo, está demostrando que ha sido capaz de cambiar el aspecto más "supersancionador" de la Ley de Dependencia, quitar algún requisito estéril a las residencias acreditadas (como la auditación de cuentas) y ahora parece decidido a poner sentido común en el copago.
Si encima consigue sacar dinero de debajo de las piedras presupuestarias para mantener las tarifas, es posible que sea recordado como un buen Conseller.