La noche en la residencia para mayores es un reto para los profesionales

20/09/2018

Trabajar en una residencia para la tercera edad tiene sus peculiaridades en cuanto a la atención a las personas. Si además se trabaja en un turno de noche, el trabajador debe tener en cuenta varias cuestiones.

 

Entre las ventajas está la de que es un turno que ofrece un plus salarial y que está menos solicitado. También se trabaja a un ritmo más lento, hay menos distracciones y, si no se presentan incidencias, el trabajo es tranquilo.

 Residencia de ancianos por la noche

Por otra parte, la principal dificultad es adaptar el cuerpo al cambio de horario. La naturaleza no nos ha preparado para descansar de día y estar activos por la noche, también descompensan los días de descanso, en los que se cambia la rutina adquirida para retomarla al día siguiente o a los dos días. Esta alteración puede afectar tanto física como psicológicamente al trabajador del turno de noche.

 

Alterar los ritmos de sueño puede llevar a padecer insomnio, dolencias cardiacas o a un aumento de peso, además de aislarnos de amigos y familiares que tienen horario diurno… Pero adaptarse con éxito al turno de noche no es un reto imposible. Si se siguen las siguientes pautas, se puede lograr con éxito y satisfacción personal.  

 

En primer lugar, no solo el trabajador ajustará su horario, en la medida de lo posible el resto de la familia lo ajustará para poder pasar el mayor tiempo juntos. El resto de consejos son de fácil aplicación: dormir lo que se necesite y sin interrupciones; para ajustar los horarios de sueño de los días libres y los de trabajo procurar dormir hasta unas pocas horas antes de entrar a trabajar; estar más cansado de lo esperable las primeras semanas es normal, si el cansancio persiste, igual es que no es adecuado este turno para nosotros; aunque el turno de noche suela ser tranquilo, se debe estar alerta ante cualquier circunstancia; no saltarse las pausas reglamentarias para comer o descansar; si se toma medicación, vigilar si esta produce somnolencia, pues afectará a nuestro trabajo; comer equilibradamente y mantenerse hidratado es importante y tiende a descuidarse si alteramos los horarios naturales; hacer ejercicio ayuda a aumentar la resistencia y mantener el ánimo; aprovechar los momentos de tranquilidad para hacer otras tareas que ocupen el tiempo; estar informados de las particularidades de cada paciente.

 

El turno de noche puede ser también una oportunidad de conocimiento de los pacientes y de los compañeros. En las residencias de la tercera edad, el personal de día es, con lógica, mucho más números y activo, la tranquilidad y cercanía puede ser algo a tener en cuenta.

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