La SEGG lleva al Senado su propuesta para afrontar el envejecimiento y la atención sociosanitaria

09/02/2021

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha presentado en la Comisión de Derechos Sociales del Senado y la Ponencia sobre el estudio del Envejecimiento en España del Senado su visión propuestas para afrontar el envejecimiento de la población.

José Augusto García Navarro, presidente de la SEGG, planteó que el envejecimiento de la población provocará una transformación social que traerá nuevos modelos de atención sociosanitaria, nuevas leyes y cambios en los modelos de residencias y hospitales.

En una nota, la SEGG señala que el envejecimiento será el principal motor de cambio de nuestra sociedad, no será la tecnología, el cambio climático ni la globalización. Eso llevará a afrontar algunos retos como pagar las pensiones y afrontar el gasto sociosanitario, abordar fuera del calendario electoral la sostenibilidad del sistema de pensiones y adaptar nuestro sistema de servicios sociales y sanitarios al envejecimiento progresivo, entre otros aspectos.

Pero el envejecimiento se puede considerar también una oportunidad, por ejemplo para incrementar la productividad, intercambiar con las generaciones más jóvenes bienes materiales y no materiales (como la educación, los valores o la experiencia) y establecer puentes entre jóvenes y mayores. Otra interesante oportunidad será, previsiblemente, «el nacimiento de leyes antidiscriminación por edad (igual que las de igualdad de género)».

Toda esta transformación pone de relieve unos deberes como sociedad que se refieren a identificar y luchar contra la soledad no deseada; implicar al mundo local y las redes vecinales; utilizar nuevas tecnologías y favorecer compras de TIC a los mayores; introducir el concepto de pobreza en los identificadores de población de riesgo; potenciar y priorizar programas de investigación para combatir el envejecimiento a nivel molecular; participar en el debate de las nuevas terapias antienvejecimiento.

También se debe introducir el envejecimiento como prioridad en todas las disciplinas académicas como la Medicina, Enfermería, Psicología, Terapia Ocupacional, etc. Además de contar con unos presupuestos y regulación dedicados a promover ciudades y entornos con políticas activas de healthy ageing y dar soporte a las personas que adapten su hogar.

Se plantean algunas transformaciones que deberían llegar a los hospitales y residencias de mayores.

En el futuro, debería definirse un nuevo modelo de atención basado en la promoción de la autonomía, la potenciación de la comunidad y de servicios domiciliarios, el funcionamiento de centros de día más terapéuticos e integrados con el sistema de salud, la construcción de más viviendas accesibles, saludables y con servicios y acudir a las residencias solo cuando sea imprescindible y estén adaptadas a la COVID-19. 

Para avalar estas peticiones, se mostró una encuesta señala que un 99 % de personas elegirían vivir en hogar y no en residencia.

En ese futuro, hay que fomentar un nuevo modelo de cuidados de larga duración y prestar especial atención a los servicios domiciliarios. Los cuidados no solo deben ser en residencias, sino que es conveniente tener más teleasistencia estableciendo el derecho subjetivo a esta por parte de personas dependientes que no viven en residencias. Asimismo, organizar más ayuda a domicilio y revisar el modelo de copago, así como agilizar los procedimientos administrativos.

Se deben adoptar estrategias preventivas en adultos jóvenes y se tendrán en cuenta nuevos marcadores biológicos para tratamientos a medida y nuevas tecnologías.

La transformación social que va a provocar el envejecimiento tendrá repercusión, lógicamente, en la profesión médica sobre la que habrá que tener en cuenta que en los 51 países de Europa, faltan más de 1 millón de profesionales para cuidar a personas mayores y un tercio de los médicos se jubila en los próximos diez años.

¿Te ha parecido interesante este contenido?