La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología se ha pronunciado sobre este tema. En un comunicado, su presidente, José Augusto García Navarro, defiende la labor de los trabajadores de las residencias geriátricas y señala que no se ha negado nunca la atención hospitalaria a ningún anciano en situación vulnerable. También defiende la labor de los geriatras que trabajan en las residencias.
En el comunicado se puntualiza que «se ha malinterpretado el sentido de los protocolos y circuitos puestos en marcha, tergiversación realizada por grupos de interés variopintos. Y no han explicado la verdadera orientación de los mismos: dar la mejor atención en el entorno más adecuado a las personas mayores más vulnerables». También se niega que se haya rechazado su derivación a hospitales de Madrid, ya que se efectuaron 10 300.
Se señala que cuando a un residente no se le ha trasladado de su residencia ha sido porque la derivación al hospital «no le iba a proporcionar un beneficio en su pronóstico vital», sobre todo teniendo en cuenta la situación de los centros sanitarios en los días de más incidencia de la pandemia. La situación que tenían los hospitales hacía que fueran «un entorno no adecuado a personas tan frágiles y tan dependientes, sin un beneficio para ellos».
Desde la SEGG se señala que «todos intentan buscar un culpable (...) pero hay que recordar, a pesar de la dureza de la situación vivida, que hay un solo culpable: la enfermedad por coronavirus, la covid-19».