La soledad y la vulnerabilidad social van de la mano en las personas mayores

23/07/2019

Según datos de la Cruz Roja, al menos una de cada cuatro personas mayores en España no recibe visitas nunca. Este hecho remite no solo a la soledad, también a situaciones de pobreza o de patologías concretas que pasan desapercibidas para gran parte de la población y de los servicios sociales correspondientes.

De hecho, la Cruz Roja señala que más de la mitad de los mayores atendidos en está por debajo del umbral de pobreza. Es decir, tienen problemas con su vivienda: impagos de hipoteca, alquiler o comunidad, impagos de servicios como electricidad o gas, no pueden reparar o mantener su estado… y, por otra parte, no se alimentan de manera adecuada, no adquieren todas las medicinas necesarias ni, por supuesto, acceden a ocio o distracciones que supongan un coste mínimo.   

Pero no solo eso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos, el 10 % de las personas mayores sufre algún tipo de maltrato, ya sea físico, sexual, psicológico o económico, lo que califica de un «importante» problema de salud pública. Es resaltable que el maltrato y la discriminación de las personas mayores se considera el tercer tipo de exclusión social más frecuente en el mundo, después de la racial y la sexual.

Hay que tener en cuenta que en España más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solos, según los datos del INE del 2018. De ellos, más de 850 000 tienen 80 o más años y la gran mayoría son mujeres: 662 000. El análisis conjunto de estos datos hace que la soledad y la vulnerabilidad social sean los mayores problemas a los que se enfrenta la población mayor que, no se olvide, va en aumento acelerado debido alenvejecimiento de la sociedad. En el 2033, uno de cada cuatro españoles tendrá 65 años o más, es decir, más de 12 millones de personas frente a los alrededor de 9 que hay ahora. Si la tendencia no se invierte, el número de personas que viven solas aumentará hasta alcanzar los 5,8 millones en 15 años.

Soledad, precariedad económica y vulnerabilidad firman círculos viciosos de los que es muy difícil salir. Organizaciones de voluntarios hacen una labor importante, pero son los servicios sociales y las políticas de estado quienes tienen que articular recursos suficientes como residencias para la tercera edad, ayuda a domicilio, fondos de emergencia social, trabajadores sociales especializados, etc. En el Reino Unido se ha creado un Ministerio de la Soledad; en España, el país más longevo de la Unión Europea, puede ser una propuesta a contemplar.

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