Un interesante artículo aparecido recientemente en El global.net . Pone de manifiesto el alto grado de disparidad que existe en diferentes lugares de España en lo que a prestación farmacéutica en residencias se refiere.
Cada comunidad autónoma vive su particular reino de Taifas en lo que a asistencia farmacéutica sociosanitaria se refiere. Existen tantos modelos de suministro, dispensación y atención farmacéutica a los centros sociosanitarios como comunidades autónomas. Pero más que la falta de homogeneidad, lo que preocupa a los especialistas consultados por EL GLOBAL es la inexistencia de regulación y, cuando ésta existe, que el sistema elegido por la Administración se centre en la búsqueda de un abaratamiento de los costes más que una mejora de la calidad asistencial.
Desde la profesión médica suele criticarse que las diferentes iniciativas parecen querer perseguir sólo la reducción de gastos pero no una mejor calidad asistencial.
Por tratar de alguna comunidad en concreto, en Cataluña ya ha finalizado el piloto para evaluar a la OF como suministradora de medicamentos y de AF en residencias geriátricas. Según la vocal del Consejo de COF de Cataluña, Teresa Bassons, la idea es que sean las farmacias comunitarias las que, además de suministrar los medicamentos, sigan con los residentes un protocolo de AF que incluye, entre otros, servicios de dispensación de tratamientos a dosis personalizadas, detección de interacciones farmacológicas, seguimiento de pacientes polimedicados y control en determinados productos.
Bassons afirmó que los resultados del pilotaje han sido "interesantes desde el punto económico y asistencial". Ya se han presentado a la Administración y es probable que la implantación de este modelo se generalice después del verano. "Este sistema traerá consigo cambios en la estructura de las propias residencias, pero también en la OF. Además, requerirá formación específica".
El único punto débil que se apuntó a este modelo es la rotación, pues ésta rompe con la continuidad de la AF y el SF. En este sentido, Teodomiro Hidalgo afirmó que el modelo ideal sería una especie de unión temporal de empresas. Es decir, que en lugar de la rotación el servicio se hiciera conjuntamente por una asociación de farmacias.
En Castilla la Mancha, la forma de que la farmacia comunitaria siga suministrando medicamentos a las residencias ha sido la aportación del 6 por ciento del PVP de los medicamentos que sirvan a la residencia al Sescam. Al iniciar la puesta en marcha de este sistema se recogerán datos para tabular el ahorro que se consigue con la dispensación y la AF desde la OF con el objetivo de que en el próximo concierto esta prestación se recoja como un anexo más y se pueda negociar la aportación a la baja. "La OF puede dispensar con ahorro y mejor servicio que el suministro directo".
En Madrid el sistema es muy similar, aunque sin la aportación.
Según explicó Carlos Raposo, del departamento técnico del
COF de Madrid, son las farmacias de la zona de salud donde se ubica la residencia
de ancianos las que, siguiendo un turno rotatorio, se ocupan del suministro
y ofrecen dispensación activa. Actualmente, unas 400 boticas ofrecen
asistencia sociosanitaria a casi 30 residencias de titularidad pública.
En Extremadura, el Servicio Extremeño de Salud (SES) y los COF de la región han firmado un protocolo de colaboración que regula esta situación. El SES se encargará de la dispensación a las residencias de más de cien camas, mientras que las OF lo harán del resto. La firma de este protocolo se realizó recientemente en el marco de la renovación del concierto de prestación farmacéutica.
En Galicia, sin embargo, según explicó Guerreiro, "se ha dejado totalmente al margen a la oficina de farmacia". Además, el Servicio Gallego de Salud no ha regularizado el suministro de los fármacos que no se pueden adquirir a través del SFH, ni ha protocolizado la Atención Farmacéutica "porque no se hace", afirmó.
La situación que se da en Aragón es parecida. Según explicó Lacadena, está regulado que las oficinas de farmacia se encarguen, siguiendo un sistema de rotación, de dispensar aquellos fármacos que no se encuentran dentro del arsenal terapéutico de los centros hospitalarios.
Andalucía, Canarias o País Vasco son algunos ejemplos de autonomías donde la regulación aún no ha llegado. En alguna de ellas ni siquiera hay visos de que vaya a hacerlo en breve. En casi todas son las oficinas de farmacia las que se encargan del suministro, pero sin ningún tipo de protocolo.
El sistema vigente en la Comunidad Valenciana consiste en cinco servicios de farmacia autónomos estratégicamente distribuidos en los que trabajan 17 farmacéuticos de farmacia hospitalaria especializados en este sector de la población que se encargan de suministrar los medicamentos a todos los centros sociosanitarios de titularidad pública y alguno de gestión privada, además de realizar actividades de AF y SF.
Estos farmacéuticos atienden a 4.866 pacientes y, según los datos facilitados por el presidente de la Sociedad Valenciana de Farmacia Hospitalaria (SVFH), Enrique Soler, con este modelo de gestión se consiguió en 2005 un ahorro neto, una vez descontados los gastos de personal e infraestructura, de unos 2.760.000 euros.