Las estancias temporales en residencias mejoran la socialización de las personas mayores

30/07/2019

Las estancias temporales en residencias para la tercera edad suelen darse en situaciones de excepcionalidad. Esto quiere decir que la persona mayor accede a la plaza temporal por motivos ajenos a su voluntad, por regla general: una convalecencia propia o de un familiar, un acontecimiento familiar, estrés de los cuidadores, soledad en fechas señaladas como Navidad, etc. Esto no quiere decir que también haya situaciones en las que la persona decida estar en una residencia mientras de manera voluntaria, por ejemplo, cuando la familia pasa un tiempo de vacaciones en otra localidad.

Esta solución temporal o de emergencia se vive como algo excepcional; sin embargo, en muchas ocasiones, las estancias temporales constituyen una experiencia enriquecedora para la persona. De hecho, la perspectiva más adecuada es no solo ver la estancia temporal en un centro como un recurso de emergencia o circunstancial, sino como una oportunidad de socializar con otras personas, realizar actividades y probar otra manera de vivir, además de ser una potente herramienta para combatir la soledad.

En España viven dos millones de personas mayores de 65 años solas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Muchas porque no tienen más remedio y otras porque sus familias no pueden estar con ellas en todo momento y, aunque tengan su apoyo, o el de una persona de ayuda a domicilio, pasan muchas horas al día sin nadie con quien hablar o compartir los ratos de ocio.

Permanecer solo en casa crea problemas de aislamiento, y eso da generalmente problemas de salud, aumentando el riesgo de envejecimiento neuronal, de mala alimentación, falta de ejercicio, descuido en el cuidado e incluso caídas o accidentes que se detectan demasiado tarde. Además, los riesgos de desarrollar conductas asociales, la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo aumentan con el aislamiento. En estos casos, tanto la familia como la persona pueden evaluar las ventajas de una estancia temporal en una residencia, que se puede tomar como unas pequeñas vacaciones con toda la intendencia doméstica casera y con experiencias nuevas que desconectan de la rutina diaria.

Las residencias que ofrecen estancias temporalesprograman actividades especiales en periodos como Navidad o Semana Santa, fomentan la socialización, las salidas al aire libre en épocas propicias y, sobre todo, dan la posibilidad de crear vínculos y amistades a una edad en la que es difícil que esto ocurra. 

Las estancias temporales en residencias no son solo para Navidad y el verano.

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