Las mujeres llevan la carga del cuidado de las personas mayores

13/11/2018

Según los datos que maneja la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, el 89 % de los cuidadores en España son mujeres de mediana edad. Esta circunstancia tiene repercusiones a nivel personal, familiar y en la sociedad.

El perfil mayoritario es el de una mujer que ha tenido que asumir el cuidado de un familiar dependiente, lo que le crea un gran impacto personal y emocional. En muchas ocasiones priva a la cuidadora de realizar un trabajo remunerado, lo que acarrea consecuencias psicológicas para ella y económicas para la familia. Además, está la aceptación de un nuevo rol en la sociedad y en su vida personal, un papel para el que no se está preparado ni es fácil asumir el esfuerzo.   

Las consecuencias son la sobrecarga, la falta de tiempo para la vida personal, repercusiones laborales, económicas, preocupación por el futuro y la falta de reconocimiento social. Todas estas cuestiones hacen que la mujer cuidadora presente problemas físicos como molestias digestivas, cefaleas, palpitaciones o sobrecargas musculares por hacer esfuerzos al mover a la persona atendida y psicológicos como trastornos del sueño, pérdida de energía, apatía, angustia, nerviosismo o depresión.
 Cuidadora de persona mayor
 
Las consecuencias de cuidar durante un tiempo prolongado a una persona dependiente pueden paliarse si se acude al médico de cabecera, que orientará en el autocuidado, pero también dando la oportunidad de descanso con estancias temporales de respiro en residencias para la tercera edad, con la posibilidad de que unas horas al día la persona dependiente esté en un centro de día, con el reconocimiento social de la labor que se realiza y con la cotización a la Seguridad Social que no aboque a las mujeres a una pensión mínima de subsistencia tras años de dedicación forzada. También, por supuesto, con la creación de plazas residenciales para cuando la persona dependiente ya no puede permanecer en el domicilio familiar o cuando quien la cuida cumple años o presenta problemas físicos lo que hace que una persona dependiente cuide de otra más dependiente que ella.

Está en la sociedad crear los servicios sociosanitarios que protejan y den una atención de calidad para que exista la alternativa necesaria al cuidado en casa por mujeres. Ese es el mejor reconocimiento que se puede hacer para que no tengan que renunciar a sus vidas si así lo desean.
 
Vivir en casa

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