Las personas mayores y el «sundowing» del cambio de hora

02/11/2018

Que hayamos retrasado la manilla del reloj una hora no implica que las personas mayores y los niños hayan podido retrasar una hora también su reloj biológico.

El pasado 28 de octubre retrasamos de las tres a las dos los relojes. Este cambio que busca disfrutar de forma más plena el número de horas de luz tiene consecuencias directas sobre la salud, especialmente en la de las personas ancianas.

Son distintos los profesionales que indican que la reducción de horas de luz a las que uno está expuesto puede provocar ansiedad y alterar el ritmo del sueño, entre otros, además de ocasionar el famoso sundowing o, en español, síndrome del ocaso o del atardecer (acuñado por la Real Academia Nacional de Medicina y confirmado por la Fundación del Español Urgente). Este síndrome hace referencia a un conjunto de síntomas que tienen lugar desde que el sol comienza a ponerse hasta que llega la noche y que, aunque puede afectar a cualquiera, tiene mayor incidencia en las personas mayores o en aquellas que sufren algún tipo de trastorno mental y emocional.
 
Con el fin de evitar estas situaciones de malestar o trastornos depresivos, conviene intentar que la persona mayor se adapte de una forma progresiva al nuevo horario y disfrute al máximo las horas de luz.
 
 
Sin duda, la falta de vitamina D, aquella que obtenemos a través del sol, provoca que las personas mayores padezcan determinados trastornos en la piel, los músculos y los huesos. Para evitar este tipo de lesiones, los médicos recomiendan a las personas de mayor edad que aprovechen las horas calurosas del invierno para dar un pequeño paseo, realizar la compra o tomar durante un tiempo moderado el sol en el parque.

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