Según datos de Eurostat, el número de usuarios de internet en la franja de entre 55 y 74 ha aumentado en un 96 % tanto para usos prácticos de comunicación o búsqueda de datos, como lúdicos. Y no solo es que se incorporen al mundo digital, sino que también son grandes usuarios.
También en el informe Sociedad
de la Información en España 2016 (SIE 16), publicado por la
Fundación Telefónica, se hace referencia al uso intensivo de internet por parte
de personas mayores de 65 años, que manejan no solo teléfonos inteligentes,
sino también tabletas, siendo este dispositivo un elemento determinante en el
cierre de la brecha digital generacional.
Internet es un elemento integrador y de participación generalizada desde hace ya tiempo y su uso por parte de los mayores seguramente se debe a que las generaciones que se van jubilando ya llevan unos años de vida laboral en los que la red es una manera común de trabajar y relacionarse.
El fenómeno de las redes sociales es bastante más reciente, aún así, cada vez se incorporan a su uso más personas mayores que las ven como una manera ágil y divertida de relacionarse o distraerse. Normalmente, la familia o los amigos son lo que enganchan a las personas mayores a aplicaciones como Facebook, WhatsApp o Skype, que permiten el contacto en vivo entre quienes viven en zonas alejadas o en residencias geriátricas, más difícil es a redes con presencia muy mayoritaria de personas jóvenes, como Snapchat.
En YouTube, su uso por parte de personas mayores es muy frecuente y tres de cada cuatro suelen conectarse para buscar consejos, manualidades, recetas, tutoriales y juegos, fundamentalmente. Algunos incluso han alcanzado cierto éxito como youtubers.
Algunos ejemplos son Juan José Cañas que con 80 años tiene más de 16000 suscriptores en su cuenta de YouTube Atrapatuabuelo, en el que habla de sus viajes y experiencias para contárselo a sus nietos. En otros países también es habitual que personas mayores tengan sus canales no solo de experiencias y consejos, sino también como jugadores de videojuegos, como la británica Shirley Curry de 79 años con su canal Grandma Shirley, que comparte sus experiencias con jugadores de su generación.
A ver cuándo tendremos al primer youtuber mayor que viva en una residencia de tercera edad y nos retransmita su vida. Sin duda tendría seguidores.