Las residencias para personas mayores resisten la ola de ómicron

03/01/2022

La nueva variante de coronavirus está siendo muy contagiosa, aunque sus efectos en las personas contagiadas parecen menores. En las residencias para mayores, esta nueva ola está teniendo incidencia, pero, a diferencia de las anteriores, se cuenta con una poderosa barrera, las vacunas.

La situación no se parece en nada a la que se vivió en 2021. Aunque la incidencia se ha disparado con respectos a los datos de noviembre, ni el número de usuarios contagiados ni la gravedad de la enfermedad remiten a las cifras que se tuvieron que soportar el año pasado.

Según datos del Imserso, entre noviembre y diciembre los datos de contagios en residencias geriátricas se cudruplicaron. Es un crecimiento menos que el que se experimenta en el del resto de la población. La diferencia está en que las personas que viven en residencias han recibido ya la tercera dosis de la vacuna, por lo que están muy protegidos. Además, no se han descuidado los controles en las visitas ni en medidas como uso de mascarillas, higiene y distancias de seguridad. También se siguen protocolos con las visitas y, según la comunidad autónoma, a los familiares se les exigen certificado de vacunación o bien test de antígenos, además de restringir el número de visitantes y la duración del tiempo del encuentro. También se han establecido protocolos para quienes salen de la residencia unos días y luego regresa tras los festejos.

Hasta ahora, la mayoría de casos han sido leves o asintomáticos. En cuanto a los fallecimientos, el Imserso indica que el global cayó del 19 % al 9,3 %.

Los mayores de las residencias fueron los primeros en recibir las vacunas en enero de este año. Se ha constatado que la bajada de anticuerpos que se experimenta con el paso de los meses se ve corregida por las dosis de refuerzo, que han consistido en la segunda y, recientemente, a partir de septiembre, la tercera dosis, por lo que se trata de un sector de la sociedad especialmente protegido. Los efectos de la tercera dosis empezaron a verse en octubre.

A pesar de este refuerzo, no debe descuidarse ninguna medida de seguridad. Las personas mayores presentan en gran medida cuadros de fragilidad y patologías que hacen que aunque la infección por covid sea leve, a ellos les afecte de manera más acusada.

En cuanto a los trabajadores, también se está aplicando la tercera dosis, aunque hay que constatar que va a un ritmo menor y que la subida de contagios está disparando las bajas laborales, lo que supone un problema para los centros.

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