Las soluciones habitacionales y financieras en la tercera edad

27/04/2017

Las empresas de servicios orientados a la tercera edad, las financieras, las constructoras, entre otras, ven en las personas mayores un nicho de negocio en cuanto a los productos financieros y de vivienda que les pueden ofrecer.

El aumento de la esperanza de vida, las mejores condiciones físicas hasta edad avanzada, el acceso a las nuevas tecnologías por parte de las generaciones de jubilados que se incorporan y las perspectivas que tienen con respecto a su vida plantean grandes desafíos, pues las nuevas realidades exigen nuevas soluciones, cada vez más individualizadas y diversificadas, tanto en productos financieros que les permitan mantener su nivel de vida como en alojamientos que cumplan con sus expectativas.

Uno de los más importantes es el de la vivienda. De forma general, las personas, al cumplir los 60 o 65, cuando acaban su vida laboral, prefieran seguir viviendo en su domicilio de siempre, pero cada vez son más las ofertas de alojamientos específicos para la tercera edad en edificios o urbanizaciones especialmente diseñadas para personas mayores que se empiezan a ver de manera positiva y como una opción deseable y una alternativa a las residencias para mayores.

En cuanto a productos financieros específicos, en Estados Unidos desde principios de los años 80 y en España hace ya algún tiempo, existen una serie de productos financieros-inmobiliarios para la tercera edad englobados bajo el nombre genérico de hipotecas inversas cuyo objetivo es la conversión de capital inmobiliario en renta.

La propuesta se basa en la utilización de herramientas financieras como el fideicomiso, los fondos comunes de inversión inmobiliaria y otros que permiten diseñar un proyecto que transforme el patrimonio inmobiliario en una renta vitalicia, y al mismo tiempo le otorgue el derecho de uso de por vida de la propia vivienda.

Este producto se ofrece a propietarios de una vivienda con edad superior a los 65 años, que deseen percibir una renta mensual vitalicia, pero seguir residiendo en su casa. El propietario debe hacerse cargo del mantenimiento y gastos ordinarios del inmueble.

Tanto con este producto financiero como otros destinados a las personas mayores deben analizarse con cautela y siempre asesorados por expertos. Para una información más completa se puede consultarhttps://www.inforesidencias.com/contenidos/mayores-y-familia/nacional/productos-financieros-para-personas-mayores-optima.

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