Los beneficios del mar en la tercera edad

Las vacaciones de verano, independientemente de la edad, son una de las épocas más ansiadas por todos: la mayor duración de los días, las —por lo general— agradables temperaturas y los entornos naturales son tres de los grandes factores que hacen de este hecho una realidad. 

En el caso de la tercera edad, los destinos de playa son los más recomendados, mucho antes de que se conocieran científicamente, pues las propiedades del mar y sus enclaves son casi innumerables. 

Estudios científicos recientes confirman que la proximidad al mar puede mejorar la salud mental y física al reducir el estrés y mejorar la respiración. Los investigadores descubrieron que cuanto más «espacio azul» veía la gente en su vida cotidiana, menos angustia y ansiedad experimentaban. Este asunto también se ha comprobado en las personas que viven en residencias geriátricas en zonas de costa.

• Para aquellas personas que padecen insomnio, el mar es uno de los mejores remedios contra este problema, debido al esfuerzo que se hace no solo al bañarse, sino al pasear por la arena mientras se disfruta del ruido de las olas.
• En la playa se segregan mayores niveles de serotonina, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo y aliviar el estrés.
• Al entrar en contacto una herida o infección con el agua salada, la capacidad de recuperación mejora sensiblemente.
• La exposición razonable al sol y el agua del mar mejoran enfermedades cutáneas como la dermatitis o las erupciones alérgicas.
• El aire puro permite mejorar la respiración.