Los esfuerzos por detener al alzhéimer no cesan

06/08/2018

Las alteraciones que produce la proteína beta-amiloide es, según los investigadores, la causa de la aparición del alzhéimer. Esta devastadora enfermedad, que genera un gran coste social y económico, es una realidad en progresión en todas las sociedades, debido al envejecimiento de la población y al aumento de la calidad de vida. 

Muchas entidades y laboratorios están buscando si no una cura, que se ve lejana, sí al menos fármacos que detengan el avance de la enfermedad. Para ello, trabajan sobre todo con la proteína beta.amiloide.

Luchar contra el AlzheimerEn el Hospital Brigham and Women's de Estados Unidos están seleccionando formas diferentes de la proteína con el fin de diseñar nuevas terapias contra el alzhéimer. En un artículo en la revista Nature Communication, los investigadores señalan que cada forma de la proteína desempeña un papel durante el progreso de la enfermedad. Esto es importante porque puede ayudar en el diseño de medicamentos más precisos y efectivos.    

Según las formas de la proteína, se puede estar en una fase u otra, eso quiere decir, por ejemplo, que si se sabe cuál es la forma que adquiere la proteína al inicio de la enfermedad, puede que sea posible crear anticuerpos que detengan su avance, incluso antes de que se manifieste. Se trata de conocer cuáles son las formas más importantes de la proteína y crear los anticuerpos específicos para ella

Las formas que puede adoptar la beta-amiloide son muchas, desde monómeros (moléculas simples) hasta marañas retorcidas de placas. Estas últimas son las que se pueden ver en un microscopio tradicional.   

La gran dificultad está en conseguir proteína extraída del cerebro humano. Es un proceso difícil por lo que la mayoría de los estudios usan beta-amiloide sintético para crear a las condiciones en el cerebro de un paciente de alzhéimer.   

Los científicos de este centro han desarrollado una prueba de detección que utiliza extractos de muestras de cerebro de pacientes e imágenes de células vivas de células cerebrales derivadas de células madre. Con esto se pretende diseñar fármacos que potencialmente ataquen las formas anormales y tóxicas de la proteína. 

Las observaciones son prometedoras, así, 1C22, un anticuerpo beta-amiloide, puede proteger contra las formas tóxicas de beta-amiloide más eficazmente que la terapia que está actualmente utilizando en los ensayos clínicos.

Siempre hay que ser muy prudentes con las noticias que abren una puerta a la esperanza de cura del alzhéimer. Sin embargo, la investigación avanza y cada nuevo paso es valioso para las personas afectadas hoy o del futuro.

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