Desde octubre, los
dos centros están llevando a cabo un proyecto que consiste en que las personas
mayores adopten y cuiden crías de gatos que han sido abandonadas.
La iniciativa tiene dos grandes objetivos. En primer lugar, ayudar a los felinos recién nacidos a sobrevivir sin la alimentación de su madre. En segundo lugar, proporcionar a los residentes del centro la oportunidad para cuidar de losgatos y de esta forma enriquecer sus vidas. El primer objetivo se logra con facilidad, en cuanto al segundo, los resultados indican que las crías ayudan a despertar la memoria de algunos residentes que con demencia o alzhéimer.
Dependiendo de la capacidad de cada persona, se ocupan de alimentar, mimar y jugar con los gatitos hasta que son adoptados por una familia.
Nos parece una maravillosa experiencia que, si bien precisa de la colaboración con entidades como protectoras de animales y, por supuesto, de cierta infraestructura y supervisión, puede implementarse en residencias de mayores en España. Jugar, cuidar y acariciar a un gato puede estimular los sentidos y proporcionar ratos de verdadera felicidad.