Los mayores que viven en residencias y el coronavirus

09/03/2020

El COVID-19, el coronavirus que se ha extendido por el mundo desde China se manifiesta con síntomas similares a la gripe estacional de todos los años. A diferencia de ella, es más contagioso, pero también presenta menos índice de mortalidad. Sin embargo, es un virus con el que las personas mayores y las que padecen enfermedades crónicas no deben descuidarse, pues son las que resultan más afectadas y en las que puede ser más peligroso.

Las mejores medidas de prevención para contener el virus son extremar la higiene con el lavado frecuente de manos, sobre todo si se ha estado en un lugar público, y evitar el contacto con personas con síntomas. Para las personas mayores son medidas sencillas e imprescindibles. 

Coronavirus en residencias de ancianosnosLa Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha realizado una serie de recomendaciones para proteger a los mayores. Una de ellas parece elemental, pero debe recordarse, y es que quienes puedan tener síntomas que no visiten las residencias (debe añadirse que esto debería ser un hábito para cualquiera que tenga una enfermedad infecto contagiosa, aunque solo sea un catarro común).

Las residencias geriátricas disponen de protocolos para prevenir contagios, que se actualizan según evolucionan las necesidades. Todos ellos indican que se debe extremar la higiene personal, toser o estornudar en un pañuelo desechable y alejándose de las personas de alrededor, lavarse con frecuencia las manos, mantener distancias de seguridad de metro y medio y no compartir objetos que se pueden contaminar de manera fácil con saliva como vasos o cubiertos.

Las personas que presenten síntomas sospechosos de padecer la enfermedad, deben seguir las directrices del Ministerio y las Consejerías de cada comunidad autónoma, que consisten básicamente en ponerse en contacto con los servicios sanitarios y seguir sus indicaciones. Y esto vale para las personas que viven en las residencias, los trabajadores y también para quienes acuden de visita. Si se trata de un residente, los servicios médicos determinarán la conveniencia de que permanezca aislado en la residencia o bien el traslado a un centro sanitario.

Los trabajadores de las residencias deben, además de cuidar y proteger a los ancianos, extremar el autocuidado con medidas de higiene y acudir al médico ante la sospecha de contagio.

Las residencias para mayores son entornos especialmente sensibles y vulnerables ante el contagio de un virus de estas características. Se evitará que se presenten casos en ellas con la sensibilización y el cuidado preventivo de todos: visitantes, pacientes y trabajadores.

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