Dado el trascendental momento que esta viviendo el sector de los recursos para mayores en España (residencias geriátricas y otros), se han generado un interés general por conocer con más detalle la realidad nacional actual. Así, hace tan sólo unos días se han presentados dos estudios independientes que analizan en profundidad los recursos existentes.
Por su parte la firma DELOITTE a elaborado un estudio, que fué presentado en Madrid coincidiendo con la presentación de la Confederación Española de Atención a la Dependencia, con el objeto de promover y participar en el debate sobre la dependencia de las personas mayores. El estudio está en principio estructurado en tres áreas: residencias, centros de atención domiciliaria y teleasistencia y por último analiza otros recursos como los centros de día, las viviendas con servicios etc. La pretensión del mismo es poder servir como herramienta útil para planificadores y gestores de recursos asistenciales.
Según muestra este trabajo, en España hay más de siete
millones de personas mayores, situándose en el quinto país de
la Unión Europea en volumen de población mayor, sin embargo, es
el segundo por la cola en gasto público en protección social,
tan sólo un 20,1% del P.I.B. nacional frente a la media europea de 27,5%.
Se ofertan un total de 266.392 plazas residenciales de las cuales 65.559 son
de titularizad pública ( 24,61%) frente a las 200.833 de titularizad
privada 75,39%. Cataluña es la comunidad con más plazas ( 40.579)
seguida de Madrid ( 27.163 camas). El índice de cobertura nacional se
sitúa en el 3,78%. En cuanto a la oferta pública se constata una
alto grado de heterogeneidad entre comunidades tanto en nivel de cobertura como
en calidad de los servicios, posibilidades de acceso a una plaza pública
y distribución de tarifas pagadas por la Administración ( oscilando
entre 28,29€ y 53,61€ coste/día). Así pues la futura
Ley, como marco del cuarto pilar del Estado de Bienestar tendría que
encontrar soluciones para unificar políticas y criterios de calidad,
equidad y accesibilidad al sistema.
Por otro lado del estudio también se desprende la necesidad de fomentar
programas que permitan mantener más tiempo y con más calidad de
vida a las personas en sus domicilios, entendiendo la atención domiciliaria
como un recurso profesional y enlazado con el resto de servicios de atención
a la dependencia. Este último punto es considerado desde nuestra óptica
como fundamental, y así venimos defendiéndolo en inforesidencias.com
en todos aquellos foros de opinión en los que participamos.
La revista Consumer por su parte
ha llevado a cabo un completo informe sobre la situación de las residencias
de ancianos, comparando los resultados obtenidos con los del mismo estudio elaborado
en el año 2000. El trabajo se basa en el análisis de 104 residencias
de diferentes partes de España, a las que se contactó telefónicamente,
después se visitaron como clientes ficticios y como complemento se entrevistó
a 150 familiares de mayores alojados en estos centros. Entre ellos los había
de todas las titularidades ( públicos, privados y concertados) y de diferentes
tamaños ( siempre superiores a 15 plazas). El objeto era comprobar la
atención que se dispensa a los usuarios, las infraestructuras con las
que cuentas, y todo un séquito de variables asociadas a este recurso.
Una de las principales conclusiones que ofrece el estudio es un déficit
de plazas, según expone un 77% de las residencias privadas tienen lista
de espera y el porcentaje se incrementa en las residencias públicas (
un 93% de las mismas). Esta conclusión, sin ánimo de desvirtuar
el trabajo, resulta bastante cuestionable dadas las últimas señales
de alerta que muestra tanto las patronales ( por ejemplo el estudio presentado
por la patronal catalana ACRA el mes pasado
y del que nos hicimos eco en el boletín de Mayo), como distintos foros
de opinión en los que participan directores y gestores de plazas ( en
las III
Jornadas Técnicas de Iinforesidencias.com se abordó la problemática
de la dificultad para comercializar las plazas de residencia), y por supuesto
también nos basamos en las manifestaciones de los gestores privados de
centros asociados a nuestro portal que, en ubicaciones como Madrid o Barcelona
están teniendo serias dificultades para alcanzar niveles de ocupación
del 80%.
Por lo que a las residencias se refiere, el informe muestra como la calificación media es buena, aunque con enormes diferencias entre unas y otras. Las públicas puntúan mejor ( un 7,3 de media) frente al 6,9 de las privadas. Los suspensos son más frecuentes entre las privadas, aunque disminuyen en referencia al año 2000. Precisamente éstas últimas son las que tienen más trabajo por delante puesto que se constata una necesidad de mejorar en infraestructuras, atención asistencial y dotación de personal, lo cual se traduce en una necesaria mejora en calidad según manifiesta la revista consumer.
Para finalizar el análisis de este estudio vale la pena detenernos en las tarifas de los centros. La volatilidad de las mismas depende de la titularidad de la residencia, el estado de salud del anciano, la atención que requiere, el tipo de habitación, las características de los servicios y en algunos casos la capacidad económica de los residentes. Así, en los centros privados visitados la media fue de 1342€/mes frente a los 900€/mes del año 2000. La horquilla se mueve entre los 1600€/mes de media para un anciano asistido en habitación individual y los 1100€/mes de media para un anciano válido en habitación compartida.