Más cerca de conseguir una vacuna para el alzhéimer

22/11/2021

El Alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que, hasta ahora, no es posible detener de manera eficaz. Es una de las principales causas de dependencia y de ingreso en residencias geriátricas, con un alto coste social y personal. Las únicas maneras que se han mostrado que pueden ayudar a las personas con esta enfermedad a frenar su avance son reducir los factores de riesgo con una vida sana y activa intelectualmente, y la detección precoz.

No obstante, la ciencia sigue investigando y no deja de lanzar propuestas de tratamientos y, en este caso de una vacuna. 

El Hospital Brigham and Women’s de Boston, en Estados Unidos, que lleva 20 años de estudios preclínicos con animales, va a iniciar el primer ensayo en humanos de una vacuna nasal para prevenir y ralentizar la enfermedad. La fase I del ensayo se hará en Boston, con 16 voluntarios de entre 60 y 85 años que están en la primera etapa de la enfermedad.  

Hay una preocupación por el desarrollo de vacunas y tratamientos para alzhéimer porque se pronosticó que para el año 2030 el número de personas con la enfermedad podría alcanzar a 65 millones (Getty)

Según los investigadores, si los ensayos clínicos en humanos demuestran que la vacuna es segura y eficaz, podría representar un tratamiento no tóxico para las personas afectadas, además de que su administración a personas de riesgo (por ejemplo por causas de antecedentes genéticos) sea un factor de prevención.  

Con la vacuna que se evaluará en Boston, se busca eliminar a las placas beta amiloides que están asociadas a la enfermedad de Alzheimer(Getty)

La fase I de la vacuna se dará en 16 participantes de entre 60 y 85 años (Archivo)

Los participantes que deben haber obtenido un resultado positivo en la PET de amiloide, recibirán dos dosis de la vacuna nasal con una semana de diferencia.

El objetivo principal de la fase I será determinar la seguridad y tolerabilidad de la vacuna nasal. También se medirá el efecto de en la respuesta inmunitaria de los participantes, incluidos sus efectos en los glóbulos blancos, mediante el examen de marcadores de la superficie celular, perfiles genéticos y ensayos funcionales.  

Otro equipo formado por investigadores del Reino Unido y Alemania publicó un estudio el lunes en la revista Molecular Psychiatry, también trabaja en el diseño de una vacuna. Sus trabajos llevaron a que, en ratones, tanto el anticuerpo como la vacuna ayudaban a restablecer la función neuronal, aumentar el metabolismo de la glucosa en el cerebro, restaurar la pérdida de memoria y reducir la formación de placas de beta amiloide.

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