Llama la atención una notica aparecida en una página web de noticias estadounidense dirigida al público latino,
Univisión. Esa noticia se refiere concretamente a lo que les sucede a algunas personas mayores de origen latino en ese país. Esto es sólo un fragmento:
La vida de Abdonias Bonilla se paralizó cuando sufrió un derrame cerebral. Literalmente. A sus 70 años se suponía que estuviese bajo el cuidado de un geriatra que vigilara de cerca sus condiciones cardiacas y su diabetes, además de monitorear sus padecimientos crónicos. Pero los geriatras son algunos de los profesionales de la salud que escasean en Estados Unidos.
Con el fin de solventar esta necesidad, a Bonilla lo atiende un neurólogo, un cardiólogo y un urólogo. Sin embargo, ninguno de esos tres especialistas se comunica entre sí sobre el cuidado que le proveen.
Un geriatra, en cambio, podría coordinar el tratamiento del paciente para minimizar los errores e inconsistencias en el cuidado médico.
"El sistema de salud está muy fragmentado. La falta de conocimiento sobre cómo cuidar a un anciano muchas veces resulta en diagnósticos erróneos, procedimientos innecesarios o duplicados y reacciones adversas entre los medicamentos que receta cada especialista", asegura Paul Kleyman, director de Ethnic Elders Newsbeat de New America Media, que por más de 40 años ha cubierto temas relacionados con los adultos mayores.
En Georgia, por ejemplo, se contabilizaron unos 127 geriatras certificados, lo que representa una deficiencia de 315 profesionales en esa área, de acuerdo con cifras provistas por la American Geriatrics Society. "Las profesiones de cuidado geriátrico no son populares entre la sociedad, carecen de prestigio y no son una práctica tan lucrativa como otras áreas de la medicina", dijo Jonathan Flacker, profesor de medicina geriátrica de la Universidad de Emory.
La cuestión que se plantea en seguida es ¿la ausencia de geriatras la viven de una forma especial los ancianos latinos o también afecta a personas mayores de origen anglosajón o afroamericano?. La segunda es: ¿Se trata de un problema "genuinamente américano" o es algo que sucede de forma similar en casi todos los países con niveles de envejecimiento elevado?
Lo cierto es que en países en los que la proporción de personas mayores está cercana o por encima al 20% aparecen problemas que hasta entonces eran totalmente desconocidos. Aquí se habla cada vez con más insistencia de la coordinación sociosanitaria, de la necesidad de que existan residencias geriátricas preparadas para atender a ancianos crónicos polimedicados pero, la necesidad creciente de geriatrias parece que es algo que sólo se pone de manifiesto cuando acaba el congreso anual de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica o la de Geriatría y Gerontología y, durante unos instantes, consiguen el foco de los medios.
Quizás es algo sobre lo que reflexionar.