Regalar en estas fechas para muchas personas es un quebradero de cabeza.
Cuando, además, la persona a la que se quiere demostrar afecto con un presente
tiene alzhéimer, el problema nos puede superar.
Para ayudar en este menester, la Fundación Pasqual
Maragall ha lanzado nos consejos sobre qué regalar a las personas con alzhéimer
durante estas fiestas y de esta manera poder pasar juntos unos momentos de
calidad en compañía.
En primer lugar, se deben mantener las tradiciones de cada casa y que
participe en ellas la persona con alzhéimer; si Papa Noel o los Reyes Magos
traen regalos, o se hacen intercambios, hay que tenerla siempre en cuenta,
incluso aunque parezca que ya no es consciente de lo que está sucediendo.
Se debe pensar en primer lugar en algo acorde con el deterioro que presente
la persona, no es lo mismo si está en las primeras fases o si ya la enfermedad
ha avanzado mucho. También en las habilidades que se pueda ayudar a reforzar o
a en los vínculos emocionales que se puedan crear con el regalo.
Si se regalan objetos prácticos como zapatillas, chaquetas, pañuelos… lo
mejor es pensar en las posibles dificultades que tenga la persona para
ponérselos y optar por aquellos con velcro o que sean fáciles de poner y
quitar.
La fundación recomienda regalos que sean significativos para las personas,
que evoquen vivencias gratas, como fotografías o música.
- Si la persona está en los inicios de la enfermedad es muy aconsejable
pensar en sus aficiones: lectura, música, películas, material para costura,
pintura, manualidades, deportivo… También regalos no materiales como salidas
culturales o estancias en spa o experiencias que sepamos que son de su agrado.
Otra opción son objetos prácticos como un móvil adaptado. Para fomentar las
relaciones sociales se puede optar por juegos de mesa.
- Si la persona está en fase moderada, no es conveniente regalarle cosas que
remitan a sus dificultades, por ejemplo, tecnología implique conocer nuevas
instrucciones, pues la capacidad para usar cosas nuevas o desconocidas
disminuye y genera frustración.
- Cuando la enfermedad está avanzada, la opción se reduce a aquellos objetos
que tranquilizan y hacen sentirse a gusto a la persona: música u objetos
especiales que funcionan como apoyo psicológico, por ejemplo.
Se recomienda dar importancia al regalo, envolviéndolo con cuidado y hacer
de la entrega y su descubrimiento un acto festivo en el que puedan participar
los más jóvenes para mantener los vínculos afectivos de la persona enferma con
su entorno y de sus familiares y amigos con ella.