Sorprendente descubrimiento sobre cambios cerebrales tempranos relacionados con el alzhéimer

Un trabajo de científicos de la Johns Hopkins University, en Baltimore (Estados Unidos), publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience señala que se han detectado cambios cerebrales biológicos y anatómicos relacionados con la enfermedad de Alzheimer entre 3 a 10 años antes de que aparezcan los primeros síntomas reconocibles de la enfermedad, pero lo más sorprendente es que algunos cambios aparecen incluso más de 30 años antes de que esta se manifieste. 

Para ello se han centrado en imágenes del cerebro hechas con resonancia magnética y el análisis del líquido cefalorraquídeo de de 290 personas mayores de 40 años. Los datos de estas personas habían recogidos por los Institutos Nacionales de la Salud y la Escuela de Medicina de la universidad Johns Hopkins University como parte del proyecto BIOCARD de manera bianual entre los años 1995 y 2005. Estas mismas personas se sometieron a cinco pruebas estándar de memoria, aprendizaje, lectura y atención anuales desde 1995 hasta 2013. La mayoría de las personas que participaron en el estudio para estadística tenían al menos un pariente de primer grado con demencia del tipo alzhéimer.

Todos participantes eran cognitivamente normales cuando comenzó el estudio, por lo que los científicos pudieron rastrear varias características biológicas y clínicas asociadas al alzhéimer en los años previos a la aparición de los síntomas. Cuando finalizó el proyecto BIOCARD, 209 participantes seguían siendo cognitivamente normales y 81 fueron diagnosticados con deterioro cognitivo leve o demencia asociada al alzhéimer.

Las 81 personas que desarrollaron problemas cognitivos o demencia habían presentado cambios sutiles en las puntuaciones de las pruebas cognitivas 11 o 15 años antes manifestar síntomas claros de deterioro. También encontraron aumentos en la tasa de cambio de la proteína tau en el líquido cefalorraquídeo entre 34,4 y 13 años antes del comienzo de los síntomas.

Los cambios cerebrales varían ampliamente en las personas y el número de personas que intervinieron en el estudio es pequeño, pero los resultados del mismo podría servir para desarrollar una prueba para determinar el riesgo relativo de una persona de desarrollar alzhéimer.