En el viaje geroasistencial organizado por Inforesidencias.com para conocer el modelo de atención sueco a personas mayores hemos visitado diferentes tipos de establecimientos.
Entender el modelo sueco comporta partir de que, según la legislación de ese país las personas mayores y discapacitadas tienen derecho a vivir y recibir cuidados en una "vivienda completa”, incluso cuando viven en un centro residencial/vivienda asistida. En consecuencia, en Suecia ya no hay habitaciones compartidas en los centros, sino apartamentos de unos 30 m2, como mínimo, equipados con baño, una pequeña cocinita y un dormitorio, que los residentes decoran con sus propios muebles y pertinencias. Los residentes tienen un contrato de alquiler de su apartamento. El alquiler y la comida se pagan a parte. Las personas con bajos ingresos pueden solicitar un subsidio estatal para el alquiler y para los cuidados hay una tarifa máxima establecida por el gobierno central que se actualiza cada año en función de la evolución del índice de precios de consumo.
También hay centros de día y un amplio abanico de servicios de ayuda a domicilio que en muchas ocasiones suponen que la persona mayor reciba tres o más visitad diarias del profesional en su casa. En cada visita la trabajadora familiar realizará exactamente la labor que tiene asignada en su plan de cuidados, algo que quedará registrado mediante un app que lleva instalado en el teléfono móvil y tiene que apuntar desde la casa para que se registre también la posición gps.
En los últiimos tiempos existe una tendencia a personalizar tanto la atención como los establecimientos y eso ha llevado a la aparición de iniciativas como "Chispa", un centro de atención para personas mayores que tienen en común que hablan español. Estas personas, en su mayoría chilenos, acuden cada día en un transporte adaptado a un centro en el que pasarán desde las 9 hasta las 15 horas realizando actividades o simplemente conviviendo en español, con otras personas con las que tienen cosas en común y atendidos por profesionales que también hablan su idioma y les entienden.
Durante la visita, Nelson Herrera Arcos, impulsor del proyecto y su hija nos explicaron extensamente el servicio que ofrecen y cómo también tienen un servicio de ayuda a domicilio que ofrecen en la zona de Estocolmo.
CHISPA es, sin duda el resultado del esfuerzo denodado de los Herrera Arcos que nos explicaron como tuvieron que superar más de dos años de trámites burocráticos para poder sacar adelante un proyecto en el que tenían que cumplir la estricta ley sueca tanto arquitectónica como de bomberos, de funcionamiento y sobre el personal que debe trabajar en el centro.
Una iniciativa muy bonita por la que les felicitamos.
La página web de Chispa está actualmente inactiva pero pronto volverá a estar en funcionamiento www.chispa.se