Un nuevo fármaco contra el Alzhéimer: entre la esperanza y la cautela

14/06/2021

El Alzhéimer es una enfermedad devastadora tanto para los que la sufren como para sus familias. Según la OMS, afecta en el mundo a 35 millones de personas. Junto con el resto de enfermedades neurodegenerativas es una de las principales causa de dependencia y de ingresos en residencias geriátricas.

 

Los avances terapéuticos se centran en a detección precoz, pues es en extremo difícil detener el avance de la enfermedad, por eso, cualquier noticia acerca de una terapia se recibe con esperanza pero con prevención, pues sería devastador crear falsas esperanzas en las personas afectadas y sus familias.

Una noticia de alcance en este sentido ha saltado a los medios. Se trata de la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA en inglés) del uso del aducanumad, un nuevo medicamento de la farmacéutica Biogen, que se presenta como el primero en tratar directamente el alzhéimer. Sin embargo, se trata de un controvertido medicamento experimental cuya eficacia ha sido puesta en duda por muchos expertos.

La farmacéutica no ha revelado el precio del medicamento, aunque se estima que el tratamiento estaría entre 30 000 y 50 000 dólares anuales. La propia compañía estima que para lograr beneficios sociales, el tratamiento debería costar entre 2 500 y 8 300 dólares anuales. Por otra parte, la organización sin fines de lucro Institute for Clinical and Economic Review considera que todavía el medicamento debe pasar por seguimientos exhaustivos, por lo que cualquier precio es demasiado alto en este momento.

Los actuales tratamientos contra el alzhéimer solo atacan sus síntomas. El último fármaco aprobado, la memantina, se autorizó hace casi dos décadas. El aducanumab es el primer medicamento que combate las supuestas causas de la enfermedad.

La FDA ha justificado la aprobación del medicamento por su efecto reductor de las placas beta-amiloide en el cerebro, una de las principales características de la enfermedad. Este efecto, lleva a pensar en que el medicamento tendrá un beneficio apreciable en las personas afectadas. Se basa en tres ensayos clínicos, en los que participaron unos 3 500 pacientes que mostraron una reducción de beta amiloides en los enfermos tras el tratamiento, pero los resultados son confusos. Un ensayo, con unos 1 600 participantes, sugirió una mejoría clínica del 23 %; mientras que otro, con una muestra similar, no mostró efectos positivos. Por su parte, algunos asesores independientes han señalado que el fármaco no ha probado su capacidad para ralentizar el alzhéimer.

También debe tenerse en cuenta que el medicamento, que se administra una vez al mes por vía intravenosa, puede provocar efectos adversos, como edemas cerebrales.

Parte de la comunidad científica aprecia en la rápida aprobación del aducanumab intereses económicos y políticos. 

La aprobación del exige que el fabricante lleve a cabo ahora un estudio de seguimiento para confirmar los beneficios para los pacientes. Si el estudio no muestra efectividad, la FDA podría acabar retirando el medicamento del mercado, aunque rara vez lo hace.

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