Esta esponjosa foca robótica se está convirtiendo durante los días previos a la Navidad en el objeto favorito de de los residentes con demencia en la residencia geriátrica Luterana para personas mayores de Hong Kong.
Paro - abreviatura en inglés de de robot de asistencia personal se controla mediante una serie de sensores incorporados que responden al tacto, la luz, la temperatura y el sonido, replicando algunos de los comportamientos que llevaría a cabo un animal real.
Según la trabajadora social del centro, Chester Cheung, Paro ha tenido un efecto muy positivo.
Según la página web de los diseñadores del robot, actualmente van por la octava generación del mismo y han conseguido los siguientes logros:
PARO ha demostrado ser un medio efectivo de reducir el estrés del paciente y sus cuidadores
PARO estimula la interacción entre los residentes y los cuidadores
PARO ha demostrado tener un efecto psicológico positivo en pacientes ancianos, mejorando emabrgo relajación y la motivación
PARO mejora la socialiazation de los residentes, entre ellos y con los cuidadores
PARO está reconocido en el libro Guinness de los records como el robot "más terapéutico"
Viendo lo fabuloso que es este "robot-foca", una pregunta emerge en seguida, ¿sería muy diferente hacer una actividad con un animal real, por ejemplo, un perro entrenado?
Noticia aparecida en web original que contiene el video de la residencia de Hong Kong
Así vimos a la foca Paro durante una visita a una residencia geriátrica alemana
Noticia recopilada y comentada por: Josep de Martí