De siempre se nos ha dicho que comer “de todo” en sus cantidades adecuadas es lo más sano. Ahora además tiene un fundamento científico. Un grupo de científicos del Reino Unido han descubierto que la composición de la “microbiota” (conjunto de microorganismos que habitan en el intestino), está programado por la dieta que llevamos.
Así cuanto más diversa sea la dieta, más ricas son las comunidades de bacterias del intestino y esto, como explica el investigador Fergus Shanahan, mejora la salud: “Las bacterias descomponen los alimentos en ácidos grasos de cadena corta que el colon puede usar como fuente de energía para el resto del organismo.
Con mejores bacterias, puedes sacar más energía de tu dieta”.
Este descubrimiento es especialmente relevante para las personas mayores puesto que está relacionado con el Síndrome de la Fragilidad del que tanto se está hablando y analizando por los gerontólogos en los últimos años.