En el estudio han trabajado durante dos años la psiquiatra Patricia Pérez Martínez de Arrieta y la farmacéutica Mónica Martínez Cengotitabengoa, que han estudiado los historiales de 645 pacientes alavesesmayores de 65 años que habían acudido a las urgencias de los hospitales de Vitoria tras una caída.
En las consultas, los médicos de familia cada día atienden con mayor frecuencia a personas mayores de 65 años que sufren alteraciones del sueño o que se sienten nerviosas, intranquilas o con problemas de ansiedad. En ocasiones las personas mayores han perdido a su pareja, viven solos o presentan problemas de salud.
Para estos casos se dispone de guías clínicas con recomendaciones sobre las dosis de benzodiacepinas (medicamentos tranquilizantes, ansiolíticos o hipnóticos) adecuadas para este tipo de pacientes. En la investigación se concluye que, en ocasiones, se sobremedica al anciano, lo que puede llevar a caídas debidas al efecto de sedación que tienen estos fármacos.
El estudio señala que el 43,6 % de las personas que habían tenido un accidente tomaba algún tipo de benzodiacepinas y de estas el 58 % de estos casos la dosis recetada era superior a la recomendada. También se observó el datos de que se prescriben más a mujeres que a hombres, un 47,5 % frente a un 36,7 %. Las benzodiacepinas tienden a acumularse en el organismo y producir mayor sedación, eso supone aumentar el riesgo de confusión y caídas.
No es fácil tratar en las personas mayores los problemas de insomnio o ansiedad. Más si viven solos y no tienen una ayuda o supervisión como ocurre en las residencias de la tercera edad. El hecho de que se tienda a aumentar la dosis indica lo complejo que resulta para el médico de familia tratar ese tipo de problemas.