En un artículo anterior no
referimos a las listas de espera en Guipúzcoa y a la característica de ser mayoritariamente femenina, (uno de cada diez solicitantes
es mujer). En este nos vamos a detener en el coste de las plazas en una residencia
geriátrica, pues no el problema no es solo de que sean insuficientes, sino de
que son caras.
Según Eustat (Instituto
Vasco de Estadística) el coste medio es de 2500 euros al mes, es decir, los 80
euros al día. Este datos indica que en
diez años se ha duplicado el costo, lo que sitúa a las residencias guipuzcoanas
lejos de la media del Estado, que es de 1 800 euros.
En el resto del País Vasco, los costes son los siguientes: en Vizcaya, el
coste medio supera los 2 000 euros al mes y Álava es la más cara con 2 600 euros
al mes. Estas diferencias se explican en parte por el diferente peso que tienen
los sectores público, el concertado o el privados en las distintas provincias,
así, Guipúzcoa está equilibrada con plazas 100 % públicas y otras
concertadas, en Vizcaya predominan las empresas privadas y en Álava las
públicas.
Las causas del aumento de costes están en las mejoras
introducidas en la atención que han permitido dotar de mayor calidad a la
asistencia y las mejoras en el convenio laboral del sector.
El Centro de Documentación y Estudios SIIS ha realizado un informe que señala que desde 2002 el 60 % del aumento del
coste del servicio en las residencias de Guipúzcoa (públicas y concertadas) se
ha debido a la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores, en un
sector mayoritariamente femenino, donde nueve de cada diez trabajadores son
mujeres. Se calcula que un 70 % de lo que cuesta mantener una plaza en una
residencia son costes laborales.
El otro 40 % de aumento de los precios se atribuye a la creación de plazas,
una implantación que se ha quedado corto para atender a la demanda actual, visto
el aumento de las listas de espera para entrar en una residencia, que ha
alcanzado su mayor nivel de la serie histórica recogida en la base de datos de
la Diputación, con 866 personas en junio y una media de días de espera de 127.
Para paliarlo, la Diputación ha diseñado un plan estratégico a cuatro años
que prevé concertar 300 nuevas plazas, con una inversión de 4,3 millones,
construir dos nuevas residencias y reforzar con 2 millones de euros la
prestación vinculada al servicio, que reciben los usuarios que optan por
ingresar en una residencia privada mientras esperan un sitio en la red pública
(o concertada).
Para pagar la residencia el sistema es el copago, es decir, una parte la
paga la Diputación y otra el usuario de la plaza, con una aportación que se
calcula en base a su nivel de renta y patrimonio, a excepción de su vivienda
habitual. Aparte están las tarifas que paga la entidad foral por el servicio a
las empresas con las que se conciertan las plazas.
Para ver con detalle la evolución de los precios de las residencias
geriátricas invitamos a nuestros lectores a que consulten nuestro interesante estudio
de precios de residencias geriátricas privadas
Estas son las residencias más transparentes de Guipúzcoa