Nos ha llegado una nota de prensa con la siguiente información, que consideramos de interés para nuestros lectores.
Tal y como indica el director de Innovación en Valoración Biomecánica del IBV, David Garrido, «FallSkip realiza una segmentación objetiva del nivel de riesgo de caída de cada paciente, posibilitando la definición de intervenciones clínicas preventivas y personalizadas a sus necesidades».
La aplicación FallSkip realiza
una valoración global del riesgo de caída, combinando el resultado de la prueba
biomecánica con los principales factores de riesgo, edad, género e historial de
caídas del paciente. El resultado del riesgo de caídas está disponible
inmediatamente después de la realización de la prueba, «obteniendo una
valoración precisa, rápida e intuitiva en una sola pantalla».
La duración de la valoración, incluyendo la instrumentación del paciente y la ejecución de la prueba, es de aproximadamente un minuto. «Gracias a ello, se convierte en una prueba ideal para su uso en cualquier contexto clínico, donde prima tanto la objetividad como el ahorro de tiempo en la ejecución de los distintos protocolos empleados por el personal sanitario», ha explicado Garrido.
FallSkip «contribuirá positivamente al ahorro de los costes personales y económicos ligados a las intervenciones sociosanitarias que rodean a las caídas de las personas mayores», añade.
En la actualidad existe una tendencia de envejecimiento de la población mundial, especialmente acusada en Europa y particularmente en España. Este aumento de la población mayor de 65 años implica un incremento en el número de caídas.
Según la OMS, las estrategias de prevención a adoptar por los sistemas de salud deben dirigirse a la identificación de los factores de riesgo, ya que uno de cada tres adultos mayores sufre al menos una caída al año, constituyendo uno de los principales síndromes geriátricos y suponiendo la segunda causa mundial de muerte accidental o no intencional.
En España, se calcula 30 % de las personas mayores de 65 años y un 50 % de las mayores de 80 años se caen al menos una vez al año. La mayoría de estas caídas tiene consecuencias clínicas como la fractura de cadera, cuyo coste medio del alta por paciente es de 8365 €, lo que supone millones de euros en gasto sanitario.En el mundo, 60 000 personas mayores mueren cada año como consecuencias de las caídas y, según la OMS, cada 11 segundos se atiende a una persona mayor en urgencias como consecuencia de las caídas.
El sistema Fallskip, diseñado y desarrollado por el Instituto de Biomecánica (IBV) se basa en un protocolo clínico a partir de una modificación del test Time up & Go (TUG) con el fin de obtener un índice del riesgo de caída sencillo y fiable.
Este índice se elabora a partir de registros biomecánicos que definen un modelo de clasificación del riesgo de caída. Este modelo se basa en el patrón de marcha, equilibrio, potencia muscular, así como en variables temporales.
La prueba se desarrolla en cuatro fases consecutivas con una duración de un minuto: el dispositivo de medida, ubicado en la zona lumbar del paciente, registra las aceleraciones generadas por el movimiento del paciente a lo largo de la prueba.
A partir de la aceleración medida, el sistema calcula las variables biomecánicas asociadas al riesgo de caídas: el equilibrio, la marcha, la capacidad de sentarse y levantarse y el tiempo de reacción ante un estímulo sonoro.
Más información enwww.fallskip.com
Interesante tanto para las personas mayores que viven en sus casas como para quienes lo hacen en residencias de tercera edad en Valencia y en toda España