Las residencias de mayores que se ubican en zonas rurales presentan dos
importantes beneficios. En primer lugar, las personas mayores que viven en
ellas proceden de la zona en que está ubicado el establecimiento, por lo que
tienen un mayor arraigo; en segundo, crean empleo y ayudan a fijar población en
edad activa en sitios en los que las oportunidades laborales son escasas.
Estos son los objetivos de la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón,
que pretenden establecer residencias mixtas, es decir con plazas públicas y
privadas en el mismo centro. Las residencias serían tanto para personas mayores
como para personas con discapacidad, que podrían permanecer en sus pueblos. La Diputación
calcula que cada residencia puede crear entre 20 y 30 puestos de trabajo.
El proyecto se llama Plan de Residencias Mixtas e inició su andadura en
noviembre de 2017. Además se pretende paliar la escasez de plazas residencialesque sufre la provincia. Entre los residentes que no se van a centros fuera de
la comarca y los puestos de trabajo que se crean, se quiere evitar la
despoblación sobre todo en Els Ports, l’Alcalatén, l’Alt Maestrat y l’Alt
Palancia.
En la provincia de Castellón hay 107 466 personas mayores de 65 años y
de ellas, 34 094 tienen más de 80 años, según los datos del Instituto
Nacional de Estadística (INE) del 2017.
En la fotografía, el municipio de Almenara.