Cómo debe ser un sillón para una persona mayor

Documento del Centro Estatal de Autonomía Personal y Ayudas TécnicasCEAPAT(e-mail), perteneciente al IMSERSO y publicado con su permiso (reg. salida 973 de 20.04.01)

INDICE

Sillón adaptado para una persona mayorIntroducción.

¿Qué exigencias debe reunir un sillón?

¿Cuáles son las recomendaciones ergonómicas generales que debe cumplir?

¿Cómo elegir el sillón adecuado?

Algunas patologías y sus consideraciones.


Introducción:

Todo el mundo ha oído hablar de los sillones geriátricos. Parece que sean un nuevo descubrimiento tanto para el mercado de las ayudas técnicas como en el mueble, pero la realidad es que siempre han existido sillones para las personas de edad.

Existe un interés por nuestros mayores tanto en el ámbito asistencia¡ (mejora de la calidad de vida) como en el ámbito político (mejoras en las pensiones, jubilaciones) y en el ámbito económico (plan de pensión, nuevos mercados de ayudas técnicas, etc).

Fruto de este interés, es el desarrollo de estudios específicos de las distintas ciencias; es el caso de la ERGONOMIA. Esta ciencia estudia al ser humano con la finalidad de adaptar los trabajos, objetos y ambientes a sus necesidades y circunstancias.

También, desde la industria del mueble, la preocupación por cuidar el diseño con unos productos adecuados, está notando la influencia de los estudios de ergonomía, lo cual redunda en beneficio de todos y, muy especialmente, de las personas mayores.

Tres puntos básicos se tienen en cuenta en los estudios y diseñosergonómicos:

Las horas de uso al cabo del día

Las características físicas del usuario

La actividad a que se destina el mueble

Partiendo de estos puntos y sumando las quejas de las personas mayores en cuanto a la sedestación, el resultado son unos requisitos básicos que debe reunir un sillón utilizado por personas mayores.

Otros factores a considerar son los tipos de sillón que existen en la actualidad y qué mecanismos los regulan además de los accesorios con que cuentan. Tampoco se deben olvidar otras consideraciones, que aun no siendo esenciales, son importantes al adquirir un sillón y que más adelante veremos.

Para cumplir todas las exigencias de los sillones para las personas mayores, existen unas recomendaciones de tipo general que deberán individualizarse conforme a las circunstancias de la persona a la que irá destinado. También se verán algunos ejemplos en patologías frecuentes en personas mayores.


¿Qué exigencias debe reunir un sillón?

En general, las personas mayores van perdiendo fuerza muscular, la amplitud en las articulaciones disminuye y va acompañada de procesos dolorosos y retracciones, los reflejos se retardan y los huesos se vuelven frágiles; todo el trofismo (capacidad de regeneración de los tejidos) se retarda con la posibilidad de que aparezcan ulceraciones por presión; todos estos síntomas, que no son patológicos per se, pero que se acentúan con la edad, deben tenerse en cuenta al buscar un sistema de sedestación adecuado.

Preguntado a los ancianos sobre sus problemas de sedestación, éstos se podrían resumir en cuatro:

Dificultad para levantarse desde la posición de sedente

Dificultad para propulsar la silla de ruedas

Inestabilidad postural

Tamaño inadecuado de la silla para sus necesidades.

Tomando como base el posible deterioro físico y las quejas de las personas mayores, se establecen unas exigencias básicas que debe reunir un sillón:

-facilitar la acción de levantarse

-ofrecer un apoyo estable y una distribución de las presiones óptima.

-tamaño adecuado al usuario

-permitir otras actividades

Además de algunas consideraciones, como:

-ofrecer seguridad al usuario

-facilidad de transporte

-resistencia al deterioro y fácil limpieza

-permitir el acceso de la persona que asiste al anciano.


¿Cuáles son las recomendaciones ergonómicas generales que debe cumplir?

Las que posibiliten partiendo de unas características estándar la individualización; se deben contemplar las siguientes recomendaciones generales:

El asiento: deberá tener la altura, profundidad e inclinación adecuadas a las medidas M usuario; la razón fundamental está en la necesidad de evitar compresiones en las corvas (parte trasera de las rodillas). La forma correcta de tomar la medida es que el usuario esté sentado (hasta el fondo del asiento) con la espalda apoyada en el respaldo y los pies que descansen en el suelo, con toda la planta, manteniendo la triple flexión de 900.

El respaldo será adaptable a las curvas fisiológicas de la espalda con la posibilidad de poner un reposacabezas. El respaldo puede s e r inclinable independientemente del asiento o conjuntamente con él.

El acolchado, además de ser de fácil limpieza es preferible que sea desenfundable, ya que es un objeto de uso cotidiano; deberá ser firme para evitar que el usuario se hunda y dificulte la incorporación.

En cuanto al material, se debería intentar que sea ignífugo y que no impida la transpiración.

Los reposabrazos tendrán que tener una altura adecuada para que los brazos descansen, sin obligar a los hombros a elevarse o descender, ya que esto implicaría a una mala postura en todo el tronco. La longitud de los reposabrazos, debe ser tal que sobresalgan un poco del asiento para ayudar a la incorporación. Un acabado sin esquinas evitará la posibilidad de herirse.

Si el usuario necesita ayuda para transferirse desde una silla de ruedas, se beneficiará de unos reposabrazos abatibles que permitan la transferencia lateral.

En cuanto a la incorporación, es muy importante que el espacio de debajo del asiento esté libre para que el usuario pueda situar sus pies de una manera apropiada para facilitar la incorporación.


¿ Cómo elegir el sillón adecuado?


Se pretende que el asiento mantenga los objetivos para los que se buscó. Se deben realizar valoraciones periódicas y también cuando se detecten cambios en el nivel funcional y en las necesidades individuales.

Es importante determinar si el sillón va a ser utilizado por una única persona o por todos los miembros de una familia o por todos los residentes de un centro. En cada caso también se determinará si el mecanismo es lo suficientemente sencillo y seguro para que sea manejado por los usuarios.

Sobre los tipos de sillón se pueden encontrar en el mercado los siguientes:

Sillones de posición fija únicamente deberemos buscar unas medidas adecuadas al caso.

Sillones con inclinación de¡ respaldo; es importante determinar si el usuario se resbala al inclinar el respaldo, ya que esto podría ser peligroso.

Sillones con inclinación de respaldo y asiento; aquí existen los modelos con inclinaciones sincronizadas o inclinaciones independientes. Al inclinar el asiento hacia atrás se evitan los deslizamientos y las posibles caídas, pero en contrapartida se dificulta la incorporación.

Sillones con inclinación de respaldo y reposapiés; también pueden tener o no inclinación el asiento.

Sillones con inclinación e incorporación; en la incorporación es importante que se regule a) peso del usuario y evitar que el ángulo de incorporación con la horizontal no sobrepase los 45º para que no se produzcan lanzamientos.

Sillones con incorporación (con mecanismo catapulta), Todos estos sillones pueden tener para su regulación accionamientos mecánicos, con pistón hidráulico, eléctricos con una batería o enchufados a la red, cada mecanismo tiene sus ventajas e inconvenientes que deberán ser evaluadas.

No podemos olvidar, una vez que hayamos decidido que sillón queremos, el apartado de los accesorios:

- existen resposapiés graduables y elevables o de otro tipo como los llamados basculantes

- mesas adaptables a los sillones

- piezas para controles de tronco, caderas, separadores de piernas

- posibilidad de poner ruedas para traslados

- cinturones de seguridad


Algunas Patologías y sus consideraciones

(Datos obtenidos de un estudio británico realizado por terapeutas ocupacionales).

La finalidad de este estudio fue producir un reportaje con una serie de consejos y guías para una adecuada selección de los sillones usados por personas con espondilitis anquilopoyética, artritis reumática, osteoartritis de cadera y dolor lumbar generalizado:

1.- Las personas con espondilit anquilopoyética encuentran preferible un soporte para toda la longitud de la espalda; el soporte de hombros, cuello y cabeza es tan importante como el soporte lumbar.

2.- Las personas con artritis reumatoide experimentan dificultades particulares en levantarse de asientos bajos; así la alturadel asiento y la altura y longitud de los reposabrazos son factores críticos. La mayoría de estos individuos tienen la piel sensible por lo que la tapicería es importante que sea de una textura lisa. Pref ieren el acolchado suave tanto en el siento como en el respaldo y también los reposabrazos largos y reclinados para que faciliten laacción de sentarse y levantarse.

3.- Las personas con osteoartritis de cadera tienen gran dificultad en levantarse del asiento; también la altura del asiento y el diseño de los reposabrazos son muy importantes. Un asiento llano y ligeramente inclinado hacia atrás es más confortable que otro con una inclinación más pronunciada.

4.- Las personas con dolor lumbar generalizado dan más importancia a un buen encaje lumbar que a un soporte de hombros, cuello y cabeza; y un firme, profundo y bien formado acolchado del respaldo.


Conclusión

Es muy importante saber Para gué se va a utilizar el sillón y Por quien. De esta manera realizaremos una elección apropiada teniendo presentes las exigencias básicas que debe cumplir un sillón y los aspectos ergonómicos que se deben tener presentes al exigir el modelo y tipo de sillón.

Aunque estos sillones se denominan geriátricos porque van destinados a este colectivo, realmente,siguiendo los consejos ergonómicos, se pueden elaborar programas de asientos para tocas las personas, sean o no, mayores.


BIBLIOGRAFÍA

.- Dossier prensa 1.992-1.993, Las Provincias 21/10/92.

.- Revista Biomecánica n15, Septiembre 94, pag. 7-9,

.- Guía de Recomendaciones parael diseño de mobiliario ergonómico. Instituto deBiomecánica de Valencia 1.992.

.- Siéntese, por favor. industrias Ortopédicas Otto Bock.