Las personas mayores son reacias a denunciar a sus maltratadores

16/01/2019

El maltrato a las personas mayores es un problema que en muchas ocasiones permanece oculto. Cuando sale a la luz, sin embargo, no resulta fácil condenar a los maltratadores y resarcir a las víctimas por la falta de colaboración de estas últimas.

Maltrato a personas mayoresUn ejemplo es Málaga, donde según la Fiscalía de Violencia de Género se incoaron en 2017 un total de 458 asuntos de violencia familiar o doméstica en los que en buena parte de las ocasiones la víctima es un anciano. A menudo, es el ministerio público el que actúa de oficio para investigar estos casos, sin embargo, la víctima del maltrato se acoge a su derecho a no declarar contra el familiar (normalmente un hijo) por los fuertes vínculos afectivos o de dependencia que tiene con él.

La Fiscalía de Violencia de Género de Andalucía señala que «el maltrato a mayores supone una carga de especial reproche desde la vertiente penal y social por la absoluta y máxima vulnerabilidad de su víctima, dado que nunca, en ninguno de los casos, ha denunciado», eso lleva a deducir que «podría existir una absoluta impunidad de bolsas ocultas de maltrato a los mayores al concurrir la ventaja añadida de que el trinomio mayor/maltratado/vulnerable nunca denuncia el hecho, provocando que el oscurantismo de esta conduzca permanezca». La Fiscalía señala también que la dependencia física y emocional persiste y que pueden ser varios los agresores hacia una  misma persona mayor. Se trata de una realidad muy preocupante.  
 
 
Dado que son delitos que se comenten en la intimidad del hogar, la impunidad es alta, pues es muy difícil contar con pruebas o testigos. La prioridad, pues, es visibilizar las conductas de maltrato para evitar que sea una forma cotidiana de convivencia y que se exploten los lazos familiares para ocultarla. (También se pueden dar casos de maltrato en residencias para mayores, aunque en esta ocasión, desde la  Fiscalía de Violencia de Género de Andalucía, se analiza los que se producen en el entorno del hogar cuando la persona mayor vive en su domicilio o en el se familiares).
 
 
Es también importante señalar que la violencia sobre los mayores también tiene un componente de género: la gran mayoría de las personas agresoras son varones y la gran mayoría de las personas agredidas son mujeres. Además, la mujer mayor maltratada arrastra lleva mucho tiempo en esa situación que se ve agravada por la connivencia o indiferencia de otros miembros varones de la familia.
 
 
Para ayudar a combatir esta lacra, la Fiscalía de Violencia de Género canaliza e investiga todos los casos derivados de la Junta de Andalucía. Además, se ha comunicado con los servicios sociales o asistenciales para su inclusión en los beneficios que sean pertinentes y se ha hablado con la Fiscalía Civil para adoptar otras medidas, cuando así lo requiera el asunto.


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