Es importante saber las causas. La primera que se apunta es a los efectos
de la crisis que ha hecho reducir los usuarios o que la reducción de precios
impide la viabilidad de los centros. Aunque no siempre es por causas
económicas, lo cierto es que el INE señala que el número de personas mayores de
65 años que viven con sus hijos a aumentado en un 6 %.
También es un dato interesante señalar que las residencias que han cerrado han sido en su gran mayoría centros privados con pocas plazas. Así, han desaparecido la mitad de los centros con menos de 25 plazas y han aumentado en 7 los de entre 50 y 90 plazas. Aun así, el número total de plazas ha descendido en casi 200.
Sin embargo, desde Arade, Asociación aragonesa para la dependencia, se señala que antes de la crisis las residencias tenían ocupación plena, mientras que ahora, casi siempre se puede conseguir plaza de forma inmediata. También señala que las zonas rurales son las más afectadas. Muchas pequeñas residencias se construyeron en pueblos sin prever que los posibles usuarios se desplazarían a las capitales, donde residen sus hijos.
Estos datos contrastan con el aumento de personas en la lista de dependencia que precisan atención y no la reciben debido a los recortes y con el envejecimiento de la población aragonesa, lo que provoca que con los mismos recursos, más personas precisen atención. La solución que propone Arade es el aumento de plazas concertadas en centros privados, se daría solución a las personas y se contribuye al sostenimiento económico de dichos centros.
Pero no todo son las residencias de mayores al uso, en Aragón se están impulsando proyectos como las residencias colaborativas. Por ejemplo, en Teruel, la cooperativa de jubilados San Hermenegildo está construyendo un proyecto residencial para 260 personas mayores, con 80 plazas en apartamentos y 50 en habitaciones para personas con dependencia.
También el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) ha puesto en marcha proyectos nuevos, como las cuatro plazas diurnas para grandes dependientes en la residencia Romareda, que se prevé ampliar a otros centros si tiene aceptación.
Enlace de interés: Residencias de tercera edad en Zaragoza