El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha realizado un estudio que señala que los pacientes mayores son mejores usuarios del servicio de urgencias que los más jóvenes. De ellos dos de cada tres son realmente urgentes, mientras que entre los jóvenes son solo uno de cada tres. Esto no quiere decir que no aumenten las personas mayores en urgencias. Al contrario, el envejecimiento de la población hace que cada vez sean más numerosos los pacientes de edad avanzada ya sea por enfermedades crónicas, por accidentes u otro tipo de patología que ingresan el hospital por esa vía.
El HUCA, de manera previsora, creó hace ya doce años la
primera unidad de urgencias geriátricas de España, por la que han pasado ya 25
000 pacientes. En ella trabajan tres especialistas a tiempo completo y su
objetivo es proporcionar atención
especializada a las personas mayores que llegan al servicio de urgencias. Con
ello se personaliza la atención, se especializa y se descongestionan las
urgencias generales.
Pero lo fundamental es que la colaboración de los geriatras con profesionales de otras especialidades mejora los resultados, tanto al tomar decisiones como en los seguimientos al paciente. Esta unidad, utiliza desde su inicio en 2007 la historia clínica electrónica, actúa de manera inmediata y deriva lo antes posible a los pacientes, con lo que se evitan complicaciones, se reduce la mortalidad y se minimizan los problemas de institucionalización. La coordinación del personal de urgencias y los geriatras ha evitado, según datos de la unidad, casi 4.000 ingresos innecesarios.
Cuando llega una persona mayor de 80 años a urgencias, además del problema concreto que le ha llevado hasta allí, los geriatras le hacen una valoración funcional y cognitiva, si su nutrición es correcta y se evalúa su situación sociofamiliar, si vive solo, con familiares o en una residencia para la tercera edad. Con todos los datos, se toma la decisión de ingreso o derivación a consulta.