Los contratos se distribuirán de la siguiente manera: 160 serán con 139 entidades para plazas residenciales, 111 se firmarán con 98 entidades para estancias temporales y 30 con 29 entidades para plazas de estancia diurna. Con este aumento se duplican en 85 000 los días de estancias temporales con respecto a las que había en el año 2014.
El Acuerdo Marco 2017-2020 contempla además de la consolidación de la red asistencial a las personas mayores a través de la ampliación de plazas permantenes, temporales y diurnas en centros, sino que también se apuesta por estrategias de envejecimiento activo que promuevan la vida independiente y autónoma durante el mayor tiempo posible.
Castilla-La Mancha tiene una población envejecida por debajo de la media nacional. El 18,6 % de la población total tiene más de 65 años, dos décimas por debajo de la media nacional, frente al 16,3 % que tiene menos de 15 años, casi 4 décimas por encima de la media nacional. Por provincias, la más envejecida en Cuenca, con un 23,2 % de población con más de 65 años, la que menos; Guadalajara con el 15,7 %. Castilla-La Mancha se enfrenta a un gran reto de envejecimiento y pérdida de población. La región ha pasado de los aproximadamente 2 041 600 habitantes con los que terminó 2016 a los casi 2 031 500 al finalizar 2017, aunque la pérdida de habitantes viene siendo una constante desde 2012. Así, el año pasado la población disminuyó en más de 10.100 personas, de los que casi 7000 eran extranjeros. El resto se debe al aumento de la mortalidad con respecto a la natalidad.
Para los expertos, la solución está en adoptar medidas de discriminación positiva para el medio rural y fomentar la natalidad. La atracción de población inmigrante que debido a la crisis y la falta de oportunidades, también es un elemento clave a tener en cuenta.
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