La noticia parece anunciar la cuadratura del círculo. Por un lado, el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla la Mancha ha anunciado que el año que viene el número de plazas de residencias y estancias diurnas en residencias geriátricas aumentará aunque por otra dice que el presupuesto tendrá una ligera disminución cosa que, según leemos en Qué "no supondrá" una reducción en la atención a los dependientes, que se centra en tres prioridades: la atención directa, al que más lo necesita y que los servicios profesionales prevalezcan sobre las prestaciones económicas.
La verdad resulta verdaderamente sorpendente. Una plaza concertada en una residencia de mayores cuesta más a la administración que la prestación económica para el cuidador no profesional, por lo que concertar más que dar prestaciones debería resultar más caro.
Algunas explicaciones adicionales ayudarían mucho a entender estas declaraciones del consejero.
La Comunidad de Castilla la Mancha, en los útlimos meses, además de retrasar los pagos a las residencias concertadas, ha disminuido la tarifa, bajado el número de estancias temporales y, como consecuencia de la modificación de la Ley de Dependencia del pasado mes de Julio, paga entre un 15 y un 30% menos a los receptores de prestación económica para el cuidador no profesional. En la combinación de estos factores puede estar la clave de lo que anuncia el consejero José Ignacio Echániz.