La Universidad de Castilla-La Mancha aísla una de las proteínas causantes del alzhéimer

20/06/2019

Desde hace tres años, investigadores de la la facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha y del IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos) iniciaron un estudio para desarrollar un método para aislar y obtener extractos enriquecidos en uno de los péptidos que está detrás de la enfermedad de Alzheimer, el beta-amiloide y que se agrega durante el desarrollo de la enfermedad, provocando la aparición de placas de beta amiloide. El estudio se publicará en la prestigiosa revista Alzheimer’s Research and Therapy.

Se trata de un paso importante, dado que se han logrado aislar estas placas en concentraciones muy altas, de manera que se pueden estudiar sus propiedades desde distintos puntos de vista (estudios in vitro, in vivo y moleculares).

El estudio ha estado dirigido por el doctor Juan Ramón Peinado y han participado la doctoranda Cristina Pedrero y un grupo de profesores e investigadores por parte de la facultad de Medicina, y por parte del IREC, la doctora Margarita Villar y su grupo de investigación. El trabajo es un interesante punto de partida de futuros estudios sobre las bases de la enfermedad y su posible propagación.  

Para poder realizar el trabajo se ha contado con equipación técnica tanto de la UCLM como del IREC. Se ha trabajado con muestraspost mortem de corteza y amígdala de cerebros humanos de personas afectadas por la enfermedad. En ellos se trató de verificar la hipótesis prionoide, que considera que el beta-amiloide, presente en grandes cantidades en los pacientes enfermos de alzhéimer funciona como un prión, un agente infeccioso que se propaga mediante la modificación de las proteínas cercanas a sí mismo; de esta manera, el beta-amiloide hace que otras proteínas que hay alrededor se desnaturalicen provocando un efecto de cascada que puede llegar a transmitirse por otras regiones del cerebro. El equipo de la UCLM ha ideado un método para que la placa amiloide no pierda agresividad y se encuentre el beta amiloide en cantidades suficientes para poder trazarlo tanto en células como en cerebros inoculados de modelos animales.

El trabajo está ahora en su segunda fase, en la que se tratará de determinar la transmisibilidad del beta amiloide para poder entender un poco más cómo avanza o se extiende el alzhéimer en el cerebro.

Las personas afectadas por alzhéimer que hoy están en sus domicilios o residencias geriátricas son las que permitirán, gracias a estos estudios, que en el futuro se puedan encontrar terapias eficaces.

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