El estudio de este equipo, llamado «Impacto de un programa de prescripción prudente en centros sociosanitarios», propone un sistema estandarizado de revisión de los tratamientos, por parte un equipomultidisciplinar, en varias residencias de mayoresque permita reducir prescripciones potencialmente inapropiadas (PPI) en el paciente anciano.
El estudio lo ha llevado a cabo un equipo multidisciplinar formado por farmacéutico y médico que han revisado los tratamientos de los residentes de los dos centros sociosanitarios tomados como muestra durante un periodo de tres meses. Se revisaron 332 tratamientos, en los que observaron que más de un 70 % presentan al menos una prescripción potencialmente inapropiada.
Con estos datos se llegó a la necesidad de evaluar cada caso para optimizar el tratamiento y evitar la PPI, que es aquella que se considera que puede ocasionar efectos no deseados y que tienen un alternativa, es decir aquella que, en un momento dado tiene una balanza donde pesa más el riego que el beneficio.
Analizados los casos e identificadas las prescripciones que podían resultar inadecuadas, se logró reducir a la mitad el número de prescripciones potencialmente inapropiadas.
Cuando la persona mayor vive en su domicilio y no tiene capacidad para llevar un control, o no acude a revisiones, la acumulación de medicamentos o su toma inadecuada puede ser un grave problema. En las residencias para mayores de Ciudad Real el control es mayor, como es natural, aún así, este tipo de iniciativas que buscan reducir o adecuar el consumo es muy importante y si además es una iniciativa que coordina varios centros geriátricos, supone una buena praxis que ayude a reducir los casos de internamiento hospitalarios de personas mayores por intoxicaciones de medicamentos.