Se trata de fomentar que personas jóvenes compartan parte de su tiempo con personas en la tercera edad, de manera que ambas partes se enriquezcan mutuamente y se ayude a paliar un problema como el de la soledad al que muchos adultos de edad avanzada de ven abocados.
El convenio firmado por el ayuntamiento parte de una iniciativa de la asociación Adopta a un abuelo, que ya cuenta con experiencia en Madrid. La idea nació a partir de la experiencia de Alberto Cabanes, presidente de la asociación, que, cada vez que visitaba a su abuelo en la residencia para la tercera edad en la que residía veía cómo se les unían otros ancianos que querían compartir sus historias. Fue tan intensa la experiencia que incluso uno le «adoptó» como nieto.
La propuesta consiste en que aquellos jóvenes que lo deseen se comprometan a realizar a acompañar durante un tiempo a mayores que viven residencias geriátricas de la ciudad, de manera que, a la vez que los mayores se sienten escuchados y acompañados, los jóvenes se enriquecen con las historias y experiencias que les cuentan. El acompañamiento dura una hora y media aproximadamente a la semana, en un periodo que comprende el curso académico, pues los voluntarios son estudiantes o jóvenes que tienen exámenes y vacaciones.
Las residencias para mayores de Ciudad Real que lo deseen pueden sumarse al programa, y desde el ayuntamiento se señala que la iniciativa va dirigida tanto a personas con problemas con problemas de salud o de movilidad como para aquellas que están con completas capacidades físicas y mentales.
El ayuntamiento va a iniciar una ronda de contactos con las residencias geriátricas de la
ciudad y pondrá a disposición de los posibles voluntarios el Espacio Joven,
donde las personas interesadas deberán rellenar un cuestionario.