El Sindicato de Enfermería, SATSE, de Castilla y León considera que el nuevo decreto que regula la autorización y funcionamiento de los centros para la atención a personas mayores elaborado parte de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades pone en peligro el derecho de las personas mayores a ser atendidas «con todas las garantías y por personal cualificado para ello». Por ese motivo, han elevado una petición al Procurador del Común, pues el TSJ de Castilla y León ya anuló el decreto mediante una sentencia
En Castilla y León están en una situaciòn perculiar ya que el Decreto de autorización de residencias y otros servicios sociales ha sido anulado por parte de los tribunales dos veces. Ahora el gobierno está preparando la tercera versión y se vuelve a encontrar con la oposición de algunos colectivos como el de enfermeras.
Según SATSE, la Consejería pretende tramitar el mismo decreto introduciendo una pequeña memoria económica «que sigue sin recoger el coste económico que supone la implementación de esta norma para el sistema sanitario de Castilla y León, y que intenta justificar un nuevo modelo de asistencia obviando la realidad existente en Castilla y León referida a los solicitantes de plazas en
residencias, los cuales en su mayoría son dependientes y grandes dependientes, ya que nuestros mayores válidos prefieren seguir viviendo en su domicilio o con su familia». El objetivo es que entre en vigor antes de las elecciones autonómicas.
El sindicato expresa su preocupación con respecto a las residencias para mayores como un negocio lucrativo mientras que la población es cada vez más longeva y dependiente. Denuncian que el modelo prescinde de profesionales sanitarios en las residencias, lo que abarata las plazas, a costa de saturar la sanidad pública, sobre todo la atención primaria.
También denuncia que el pilotaje de la nueva regulación que se pretende implantar en Castilla y León, el proyecto «Mi casa», supone una pérdida de cuatro camas en las residencias públicas por cada módulo existente, de manera que cuando se termine de implantar, se eliminarán cientos de plazas públicas, lo que aumentará de manera considerable la lista de espera.
En un segundo escrito, SATSE denuncia la precariedad laboral que padecen las enfermeras que trabajan en los centros dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales y, por tanto, de la Consejería de Familia, y que la citada Gerencia hace caso omiso a la sentencias judiciales. Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha reconocido en una sentencia el derecho de las enfermeras de los centros dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales a que se les compute el tiempo dedicado a transmitir la continuidad asistencial que se lleva a cabo fuera del horario establecido de jornada laboral. Sin embargo, la Gerencia de Servicios sociales ha manifestado que no tiene intención de realizar dicha compensación, a pesar de existir un sistema de cómputo horario que recoge el exceso de jornada invertido por los enfermeros para asegurar la continuidad de cuidados. Además, el Tribunal Supremo reconoce el tiempo dedicado a asegurar esa continuidad asistencial como función inherente a la categoría enfermera, estableciendo que, como tal, debe ser compensado.
También denuncian que los enfermeros que realizan turno de noche atiende por la noche a una media de 200 usuarios en estas residencias por enfermero y no pueden disfrutar del descanso estipulado en el convenio y es el único organismo de la Junta de Castilla y León que no tiene regulada una ponderación de jornada en función de las noches trabajadas, que compense el turno rotatorio o nocturno, tal y como aconseja el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Además, los trabajadores pertenecientes al grupo A (titulados universitarios) de esta Gerencia son los peor remunerados de la Junta, lo que conduce a que cada vez sea más difícil cubrir las ausencias de los enfermeros, dando lugar a cambios constantes de las plantillas, por la necesidad de mantener la cobertura del servicio.??
Otro problema es que, además de su trabajo, sin incremento de plantilla ni reducción de ratios, el trabajo de los enfermeros no se limita a prestar asistencia a los usuarios de las residencias, si no que desde hace cuatro años existe un convenio de la Gerencia de Servicios Sociales con SACYL, por el que se crearon las llamadas unidades de convalecencia dentro de las propias residencias, en las que se atienden a pacientes provenientes de ingresos hospitalarios con patologías complejas y que no pueden ser derivados a sus domicilios al requerir cuidados especializados.