Del total de las plazas, 864 plazas están en cuatro residencias públicas y ocupan a 395 trabajadores. Plazas y trabajadores claramente insuficientes. Estas residencias dos son de la Junta y las otras dos de la Diputación. Solo se cuenta con 530plazas concertadas.
Para una población tan envejecida se trata de una escasez de plazas alarmante. Según el INE, Valladolid es la cuarta provincia de España con mayor esperanza de vida (81 años los hombres y 87 las mujeres). La lista de espera para acceder a una plaza es preocupante. Estos datos hacen pensar que no existe un plan que palíe a corto y medio plazo las necesidades de las personas mayores que precisan de manera inmediata una solución residencial.
El sindicato recomienda potenciar la atención domiciliaria y que se pongan en funcionamiento residencias de gestión municipal, pues la demanda está llevando a la saturación de los servicios públicos y privados. También se demanda que los empleos no solo aumenten en el número necesario, sino que se tengan en cuenta las condiciones laborales que, en la actualidad, adolecen de precariedad y deficientes condiciones por el exceso de trabajo que se acumula y la escasa remuneración.
Hay que tener muy en cuenta que Castilla y León es la comunidad con un mayor descenso porcentual de población con la pérdida, el pasado año, de 17 172 habitantes, el 0,70 por ciento del total, según los datos de la estadística de Migraciones hechos públicos este lunes por el INE. Con fecha de 1 de enero de 2017 tenía una población de 2 435 867 habitantes, mientras que a 1 de enero de 2018, la Comunidad cuenta, según datos provisionales, con 2 418 694 residentes, es decir, 17 272 habitantes menos. En Valladolid, se ha pasado de 523 207 a 520 801 habitantes (–0,45 por ciento y 2406 residentes menos).