La cuestión del copago que deben asumir los usuarios de residencias para personas mayores sigue planteando problemas.
Antes de la Ley de Dependencia, en Catalunya, mediante el sistema de copago existente, participaban en el coste del servicio tanto la persona mayor como sus familiares directos mediante la aplicación de unas fórmulas que perseguían la corresponsabilización y la equidad. Una vez entró en vigor la LAPAD (y la Llei de Serveis Socials de Catalunya), los familiares directos dejaron de estar obligados a pagar y la Cartera de Serveis estableció para cada servicio una cantidad exenta de copago. El hecho de que las personas con rentas medias y superiores pudieran entrar en un sistema del que antes quedaban excluídos y que hubiese una parte importante exenta de copago, fuesen cuales fuesen los ingresos y patrimonio de la persona, hizo al sistema muy poco equitativo.
Ahora la Generalitat, en los presupuestos de 2014 prevé que el copago, especialmente en residencias, aumente para las personas que tengan más capacidad económica.
"Capacidad económica" y no "ingresos", quiere decir que, no sólo se tendrán en cuenta las rentas de la persona sinó también su patrimonio y que, un 4,5% de los usuarios, los que tengan más capacidad, pueden ver incrementado su copago en unos 600 Euros al mes.
Así lo explica una noticia aparecida en el País y que vale la pena leer detenidamente.