Se calcula que en septiembre de
2009 en el mundo había más de 35 millones de casos registrados. A
consecuencia del envejecimiento de la población a tanto nivel general como e
concreto en los países desarrollados,
en 2050 podrían estar afectadas 107 millones de personas. Y es que al mayorenvejecimiento se une que se necesita un mayor esfuerzo investigador que
prevenga, palíe y, en el futuro, cure, esta enfermedad.
El impacto económico del alzhéimer en las familias y en la sociedad en general es muy alto. Las necesidades de protección social se unen a las sociosanitarias, pues la pérdida de capacidades incide de manera directa tanto en la vida de las personas del entorno como en los apoyos que la persona debe recibir tanto de ellas como de profesionales.
Una encuesta reciente realizada por la Fundació ACE revela que el 40 % de las personas cuidadoras, en su mayoría mujeres familiares, presentaban problemas económicos y de salud a causa de la dedicación al cuidado del la persona afectada. Las pérdidas económicas devienen de la reducción de jornada para cuidado, la renuncia al trabajo o a oportunidades laborales y a los gastos que comporta el cuidado, que van desde adaptaciones en el hogar a medicación o productos sanitarios que no están cubiertos por la Seguridad Social. El desgaste físico y psicológico se da sobre todo por la sobrecarga que suponen los años de cuidado.