En el espacio Telenoticies de la noche de TV3 (Televisió de Catalunya) del 5 de Diciembre de 2011 una noticia hablaba de la aplicación de la Ley de Dependencia. La periodista presentaba el vídeo que se puede ver a contiuación diciendo que, un aspecto en el que ha fracasado la Ley de Promoción de Autonomía Persoal y Atención a Personas en Situación de Dependencia ha sido la creación de puestos de trabajo. Si se pensaba que hasta finales de 2010 se habrían creado unos 400.000, al final la cifra se ha quedado en 150.000. El motivo es que, ante la posibilidad de poder elegir entre servicios profesionales (ayuda a domicilio, centros de día o residencias geriátricas) o una cantidad de dinero para cuidar al mayor en casa, muchos familiares han optado por lo segundo (casi el 60% de las ayudas son de ese tipo en Cataluña).
En el vídeo se ve a un matrimonio de personas mayores que, realizando un copago de unos 4€ por hora, reciben Ayuda a Domicilio en su casa.
Josep de Martí, consultor gerontológico y director de www.inforesidencias.com, aparece opinando que la situación es perversa de dos formas:
En primer lugar. Muchas personas clasificadas como "grandes dependientes" están pasando una situación de necesidad económica por lo que, cuando se les pregunta si prefieren un servicio de cuidados profesionales o una cantidad de dinero para que le cuide un familiar (sin que nadie vaya a comprobar el tipo de cuidado que reciban de éste), optan por el dinero sin que éste sirva para para mejorar el cuidado. Con toda seguridad, si se hiciese esa misma pregunta a alguien que necesitase quimioterapia para subsistir, encontraríamos a pacientes, con una situación económica tan comprometida que preferirían recibir 2.000€ en vez del tratamiento. En el caso de la sanidad, al igual que en el de la dependencia, lo que resulta perverso es hacer la pregunta.
Ante los que defienden la capacidad de elección habría que preguntarse, ¿es lógico defender que una persona gran dependiente, si va a una residencia necesita 20m2 de espacio, un equipo interdisciplinar (médico, enfermera, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, psicólogo...), unas gerocultoras y un plan individual, además de estar sometida a la supervisión de unas inspecciones, pero si se queda en casa puede ser cuidada por cualquiera sin ninguna preparación? Esto es muy relevante ya que la mayoría de las personas que reciben la prestación económica son "grandes dependientes".
Por otro lado, la prestación económica puede servir para contratar en la economía sumergida una serie de cuidados que no generan ningún retorno. Imaginemos a una familia a la que se le propone: "prefiere 400€ al mes y quedarse toda la pensión del mayor u ocho horas de ayuda a domicilio afrontando un copago de 100€/mes". Es posible que la familia, que está en una situación económica precaria decida cobrar los 400€ y con ellos pagar a alguien sin preparación (ni alta en la Seguridad Social ni que pague impuestos, o que quizás está cobrando del paro) para que venga más de ocho horas. De nuevo es perverso hacer esta pregunta.